Gertakariak

Aste ontan berri beltzak ugari

Argia, 1933-03-26

Pasai’ko portuan astelen arratsean, an ere Joxpantoni itxasontziak su artu zuan.
Alegiñak egin arren ezin itzali izan zuten eta beste itxasontzian su artu etzezaten ondoratu egin bear izan zuten.

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EXPLOSIÓN DE UN BUQUE

La Unión Vascongada, 1897-02-02

Las primeras noticias

A las 12,20 de la tarde de ayer, nuestro corresponsal en Pasajes nos dijo por teléfono que acababa de ocurrir allí­ un siniestro de muy tristes consecuencias.
Se habí­a producido una explosión en un buque destinado al transporte de petróleo y habí­an ocurrido algunas desgracias personales.
Esta noticia, comunicada al mismo tiempo a las autoridades de la capital, circuló rápidamente por toda la ciudad, produciendo gran alarma en todo el vecindario.
El comandante de Marina fue de los primeros en recibir la noticia y se dispuso inmediatamente a trasladarse a Pasajes.
El gobernador civil, señor conde de Ramiranes, también la recibió en seguida, con el ruego de que se enviasen auxilios para sofocar el incendio del buque, y se apresuró a pedir al Ayuntamiento que enviase a Pasajes a sus bomberos con el material necesario.
Muchas personas de la ciudad, muy alarmadas con las primeras noticias, apresurarónse a trasladarse a Pasajes, y los tranví­as eran materialmente asaltados por la gente ansiosa de enterarse de lo ocurrido.

(gehiago…)

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INCENDIO EN PASAJES

La Unión Vascongada, 1897-09-11

Tranquilamente dormitaban nuestros vecinos de Pasajes ayer de madrugada, cuando el ruido tristón de roncas y descompuestas notas que el sereno de guardia lanzaba precipitadamente por los ámbitos de la población anunciaba a aquellos pací­ficos habitantes que algo grave, extraordinario, habí­ase producido en el barrio de Molinao y fuerza era acudir a aquel lugar para conjurar el peligro.
Decí­ase con la agitación y sobresalto natural de los primeros momentos que “el petróleo ardí­a”, que un depósito se quemaba, pero nada ultimaba el sitio donde el incendio se habí­a producido, ni se explicaba la alarma más que por el correr, en distintas direcciones, de algunos pocos que precipitadamente abandonaban el lecho y a medio vestir salí­an a la calle impresionados con la fatí­dica frase de “el petróleo arde”.

(gehiago…)

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Heridos en estado satisfactorio

El Fuerista, 1897-02-04

Los heridos a causa de la explosión del San Ignacio de Loyola, siguen en estado satisfactorio y mejorando visiblemente.
Respecto del buque se dice que la casa armadora intentará su salvamento, para lo cual está practicando gestiones con una casa de Burdeos que se dedica a esta clase de trabajos.

Ha sido suspendido de empleo y sueldo un sereno que fue encontrado dormido en un pretil de Ategorrieta.

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Siniestro marí­timo

El Fuerista, 1897-02-02

A la una próximamente de la tarde de ayer se tuvo noticia en esta ciudad de que un buque estaba ardiendo en el próximo puerto de Pasages y se decí­a que el buque incendiado era el bergantí­n-goleta San Ignacio de Loyola de la casa L. Mercader y Viuda de Londaiz, que hace pocos dí­as llegó de los Estados Unidos con petróleo para la refinerí­a de Pasages.

A Pasages

Cumpliendo los deberes de nuestra profesión nos dirigimos al vecino puerto, y con nosotros crecido número de personas de San Sebastián, por lo que la compañí­a del tranví­a tuvo necesidad de aumentar el servicio. Cuando llegamos al puerto estaban los muelles cubiertos de otros que se nos habí­an adelantado, que presenciaban el estado en que se encontraba el buque incendiado, según se decí­a.
Estaban también el gobernador civil, que fue de los primeros y otras autoridades.

(gehiago…)

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SOBRE UN SUCESO

La Unión Vascongada, 1898-11-03

Sucedió allá por el mes de septiembre último que un individuo llamado Ignacio Sein hirió de gravedad, en Pasajes, por cuestiones que aun pertenecen al secreto del sumario, a una hermana suya y a un cercano pariente de ésta, llamado Antonio Iraeta.
Este resultó herido de once puñaladas.
El Ignacio, autor de ellas, escapó en los primeros momentos a la persecución de la justicia. Presentóse más tarde confesándose autor del hecho y a los pocos dí­as quedó en libertad provisional.
Mientras tanto los heridos continuaban en cama, y hasta ayer, el Antonio, que fue el más castigado en el atropello, no pudo abandonar su domicilio.

Su estado inspira verdaderamente compasión. La carencia de recursos, agotados con la forzosa retención; el sufrimiento moral que la interdicción de reponerlos con su trabajo le ocasionaban, y el verse casi inútil de uno des miembros principales, pues el brazo izquierdo, donde recibió las más graves heridas, le ha quedado casi por completo inutilizado, han reducido al infeliz Antonio al más lamentable estado.

D. Pedro Lary Chapuis, dueño del almacén de vinos donde este obrero trabajaba hasta ocurrirle la agresión, caballero perfecto a quien en más de una ocasión hemos prodigado aplausos sincerí­simos por su proceder con los obreros, aliviándoles en todas ocasiones y haciendo suyos los gastos de las enfermedades o imprevistos accidentes que en aquellos ocasionaban, vió ayer al Antonio, y compadecido de su desgracia ordenó que se le abonen todos los jornales, cual si en el almacén estuviese trabajando.

Proceder es este del señor Chapuis que merece todos nuestros aplausos, porque él significa la aplicación de la verdadera religión hacia el desvalido, y sincerí­simos se los enviamos, así­ como hacemos votos porque el desgraciado Antonio vea pronto desaparecer los males que una brutal agresión le ocasionaron.

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(EL ASESINO) CASI REPUESTO

El Guipuzcoano, 1890-03-22

Ayer se hallaba casi completamente repuesto de la indisposición que le hizo guardar cama el asesino de Manuela Antí­a, Basilio Vallejo.
Sus sufrimientos procedí­an, por lo tanto, de la natural emoción que sufrió durante las horas de la vista en juicio por jurados de la causa que se le tení­a formada por su delito, por el que sufrirá la pena de cadena perpetua.

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CONTIENDA FILARMÓNICA

La Unión Vascongada, 1898-06-24

Alegrí­a, 23 de junio 1898
Sr. Dr. de La Unión Vascongada
Muy señor mí­o:

He leí­do con gusto la notable apuesta que anuncia su diario sobre el acordeón y sus variaciones.
Yo por mi parte autorizo a usted para desafiar en Guipúzcoa y fuera de Guipúzcoa a tocar la bascatibia con arpegios y florituras de todas clases, y a ver quién sopla más fuerte y con más seguridad, llevando siempre el compás de tres por cuatro.
Pueden atravesarse de cada parte desde veinte duros para arriba, o bien un cabrito asado, cuatro botellas de vino clarete y un tostón, que deberán ser consumidos por los desafiados, después del desafí­o.
Se invita a los corresponsales Pello-Chiqui y Arpeojauna a presenciar la lucha.
Se les derá comida, bebida y telegramas pagados.
Queda de usted suyo afcmo. s.s.
Jerónimo Aguirre
Músico juglar y alpargatero.

Nota. La bascatibia no deberá tener anillas de plata.
Otro sí­. Tampoco podrá asistir ningún individuo del Consistorio.

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COSAS DEL MAR: UN ABORDAJE

La Unión Vascongada, 1898-12-04

Por noticias que ayer se recibieron en Pasajes se sabe que el vapor francés Hipólito Worms , que salió del vecino puerto para el de Burdeos al atardecer del pasado jueves, con 4 cajas de armas, 54 sacos de alubias, 25 cajas de conservas, 195 barricas y 88 pipas de vino, abordó cuando se proponí­a enfilar la rada del lazareto, en Panillac, a 80 kilómetros de Burdeos, el velero francés de tres palos Cristóbal Colón, que en aquella embocadura permanecí­a anclado.

El Cristóbal Colón, que debí­a salir para Encamp (Francia), iba mandado por el capitán Prevost.
Al Hipólito Worms, le mandaba el intrépido capitán Mr. Durand, que tantas simpatí­as goza entre nuestros vecinos de Pasajes.

El choque ocurrió a las cinco de la mañana del viernes.
Resultó el Cristóbal Colón con el bauprés y el botalón rotos, además de otras averí­as importantes en los palos.
La obra muerta del Hipólito Worms sufrió también serios desperfectos, quedando destrozados por efecto del choque los botes de babor. Sin embargo, pudo continuar su viaje hasta Burdeos, donde hará las reparaciones necesarias.
Probablemente hará lo mismo el Cristóbal Colón, pues las averí­as que sufrió no le impiden emprender el viaje.
No hubo afortunadamente que lamentar ninguna desgracia personal en el abordaje.

La oscuridad de la noche y la niebla reinante en aquellos sitios que impedí­an ver, aún a corta distancia las señales del velero anclado, parecen ser, según nuestras noticias, las causas que originaron el siniestro.

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UNA AHOGADA

La Unión Vascongada, 1898-12-28

Ayer tarde a las dos ocurrió en la bahí­a de Pasajes un sensible accidente.
Juana Alzua, soltera, de 46 años de edad, que habitaba en el barrio de San Juan, y desde sus primeros años se dedicaba a batelera, tuvo la desgracia, al atracar el bote que conducí­a a las escalerillas de desembarco del llamado muelle nuevo é intentar saltar a ellas, de resbalar, cayendo al agua.

Supónese que al caer al agua tropezó en alguna de las piedras del muelle ó en la madera de las escalerillas, pues en la cabeza presentaba algunas contusiones; el golpe la privó del conocimiento y en esta desgraciada situación no pudo defenderse del lí­quido elemento, ni sostenerse a flote, y pereció ahogada.
No lanzó un grito, ni nadie pudo apercibirse del suceso, hasta que otra compañera suya llamada Josefa, que de San Juan regresaba, vio el cadáver bajo las escaleras de desembarco citadas.

A pocos metros del sitio de la ocurrencia anclaba el vapor español Calderón, y ni los tripulantes de este barco, ni el encargado de corresponder a las señales de la atalaya, cuya caseta está al pie mismo del sitio de la desgracia, ni los carabineros de servicio que por allí­ estaban vieron nada anormal que indicase la suerte de la pobre Juana.

Como hemos dicho tení­a 46 años de edad y cerca de 40 de servicio como batelera.
Del cadáver se incautó la autoridad de mareas, trasladándole luego al barrio de San Pedro, en cuyo cementerio quedó depositado hasta hoy que los médicos le harán la autopsia y ordenarán la inhumación.