El Guipuzcoano, 1890-03-22
Ayer se hallaba casi completamente repuesto de la indisposición que le hizo guardar cama el asesino de Manuela Antía, Basilio Vallejo.
Sus sufrimientos procedían, por lo tanto, de la natural emoción que sufrió durante las horas de la vista en juicio por jurados de la causa que se le tenía formada por su delito, por el que sufrirá la pena de cadena perpetua.