Los Tres Pasajes, nº 7, 1949
Nunca hemos visto gente más entusiasta que los socios de Galeperra, con cuyos directivos y mentores hemos tenido el gusto de cambiar impresiones durante los últimos días de junio, en los ratos que les dejaban libres los mil engorrosos trámites y preparativos de su programa deportivo de estas fiestas.
Pronto supimos que para el mismo día de San Fermín proyectaban una gran tirada de pichón, que la Federación había incluido en su calendario; tenía, pues, carácter oficial.
Para esta tirada, que se efectuará en terrenos de Borda, en Molinao, contaba Galeperra con el apoyo del Ayuntamiento, distribuyéndose entre los vencedores premios en metálico por valor de 6000 pesetas y varios importantes trofeos.
También habían planeado, ésta para el día 10, a las 10 de la mañana, una tirada al platillo de carácter regional, en terrenos de Borda, como el año pasado.
Como recordarán los aficionados a esta especialidad del deporte del tiro, la tirada al platillo de 1948 fue un sonado éxito para la Sociedad organizadora, recién constituida entonces, y para el pueblo de Pasajes, tanto por la cantidad de sus participantes como por la calidad y categoría de los mismos. Resultando campeón el joven y formidable tirador Mariano Hernando, hijo de Pasajes Ancho y socio de Galeperra.
Igualmente tenían en cartera la organización de una tirada local en San Juan, para las fiestas de Santiago.
Con fecha 15 del pasado junio, Galeperra renovó totalmente su Junta directiva. Los Izquierdo, Mora, Eceiza, Vega, Argárate y Marín se fueron, siendo reemplazados por otros galeperristas tan entusiastas como ellos.
La nueva Junta –en la que superviven de la anterior solamente los señores Trueba, Anso y Valverde (Lucio) – quedó constituida de este modo:
Presidente, D. Julián Trueba
Vicepresidente, D. Luis Garmendia
Secretario, D. Valero Luján Areso
Teso¬rero, D. Pedro María Lapazarán
Contador, D. Nicasio Damos
Vocales, D. Manuel Anso, D. José Luis Monte, D. Lucio Valverde, D. Nicasio Ayerbe y D. Andrés Trecet.
También para los pescadores –no hay que olvidar que Galeperra es una Sociedad de Caza y Pesca– ha de haber algo. Parece que se tiene la intención de organizar un concurso de ese difícil y pacienzudo arte de engañar a los peces, atrapándolos sin que ellos se den cuenta.
Se da el caso de que es precisamente entre los cazadores donde se encuentran los grandes pescadores. Por lo menos entre los socios de Galeperra. Ejemplos: Enrique Zaldúa, José Arrese, Lucio Valverde, Ignacio Argárate, José María Oyarzábal y otros, que son buenos pescadores, sí, pero que –como Vega– se marean en cuanto empuñan la caña; y no es lo peor que se mareen, sino que no dejan pescar a los demás. Total: que son pescadores de tierra…
No estaría mal que se hiciera coincidir la época del chipirón con la de la tórtola, allá por septiembre, a ver si entre unos y otros, cazando y pescando, se hacía buen acopo de piezas y preparábase una estupenda merienda en la que participarían todos los galeperristas…
A la salida de una de las. últimas reuniones de la nueva directiva de Galeperra en su domicilio provisional del Bar Royalty –Blas de Lezo, 2– saludamos hace brevísimas fechas a D. Julián Trueba Iceta, presidente de la Sociedad, trabando con él una rápida conversación sobre temas que afectan a ella.
— ¿Qué perspectivas ofrece o presenta la vida de Galeperra?
— Aún mejor que excelentes, inmejorables. El número primitivo de socios ha aumentado en un cincuenta por ciento, y esperamos que crezca todavía más con las mayores ventajas que va pudiendo ofrecer a sus afiliados la Sociedad. Se solucionaron a satisfacción mutua las diferencias surgidas entre nuestros cazadores y el señor Satrústegui, propietario de la parte del monte Jaizquíbel adonde preferentemente iban aquéllos a ejercitarse en su deporte predilecto, siendo en la actualidad muy buenas las relaciones entre dicho señor y los socios de Galeperra, Sociedad que cobija y reúne, hoy por hoy, a un sector importantísimo de los cazadores de la comarca, a quienes, además, defiende.
— Una de las primordiales finalidades de Galeperra era la persecución del cazador furtivo, ¿qué se ha conseguido hasta la fecha en este aspecto?
— Aunque todavía suele oírse por estos alrededores algún paco que otro, puede muy bien afirmarse que, virtualmente, el cazador furtivo ha dejado de existir.
— ¿Cuál es en la actualidad el más importante de los problemas que tiene pendientes de resolución la Sociedad que usted preside?
— Existe pendiente de resolución una cuestión que, en realidad, ya ha dejado de constituir problema, porque ya está debida y creo que acertadamente encauzada. Me refiero a un local, a un domicilio propio y definitivo para Galeperra, que en este orden de cosas ha vivido hasta la fecha de prestado y, por lo tanto, provisionalmente. Diga usted en LOS TRES PASAJES, para que lo sepa todo el mundo, que dentro de muy poco Galeperra tendrá un domicilio digno del creciente prestigio de esta Sociedad y del buen nombre de nuestro querido pueblo.
— ¿Planes de la directiva para un futuro próximo?
— Una magna excursión de la Sociedad a ciertos cotos de una provincia bastante lejana a la nuestra, donde hay abundancia de codornices y conejos y donde cazando, comiendo y charlando de nuestras cosas, pasaremos, sin duda, unas horas inolvidables. También pensamos traer, de donde existen abundantes, cierta cantidad de conejos para la repoblación reporina de los montes de por aquí, teatro habitual de nuestras hazañas cinegéticas…
No dijo más el presidente de Galeperra, despidiéndonos con un ademán afectuoso.
Para agradecerle pública y ostensiblemente sus trabajos y desvelos al frente de Galeperra, por y para los cazadores y aficionados a la pesca, sabemos que en varios sectores de la Sociedad ha surgido la idea de tributar en breve un magno agasajo a su presidente, Don Julián Trueba.
En qué haya de consistir éste no lo sabemos todavía. Lo que, desde luego, sí puede adelantarse es que, preparado con toda minuciosidad y cariño, se efectuará dentro del actual verano y será un verdadero y memorable acontecimiento para Galeperra.