Los Tres Pasajes, nº 7, 1949

MUY PRONTO, CON SUS 60 VOCES,
SE LANZARÁ A LA PALESTRA ARTÍSTICA
LA CORAL PASAITARRA
Bajo la dirección del inteligente aficionado Luis Romero. – Nueve de los triunfadores del Coro Easo son de Pasajes.- Todos –Ayuntamiento y vecindario– debemos apoyar, con entusiasmo y largueza, las ilusiones de gloria de nuestros simpáticos y notables cantores.
La inquietud musical que se advierte en esta orilla del puerto de Pasajes es, en gran parte, un legado de aquel celoso coadjutor artista que hubo en Ancho, D. Gelasio Aramburu, cuya labor de años fue como maravillosa semilla que el tiempo y una tierra fertilí­sima hicieron fructificar.

D. Gelasio Aramburu, que hoy ejerce su sagrado ministerio en una parroquia donostiarra, tuvo la rara habilidad de atraerse a la juventud anchotarra sobre la que logró ejercer extraordinaria preponderancia en lo espiritual y en lo artí­stico. Su labor en el coro de la parroquia fue pródiga en resultados benéficos que han llegado hasta hoy, fecha en la cual se le sigue recordando como un estupendo maestro y encauzador de la afición y sentido musicales constantemente advertidos en los tres distritos de que se compone la Villa.

Recientes los éxitos del Coro Easo, de San Sebastián, en Llangollen, Londres y Parí­s. Pues bien, entre los vencedores de dicha magní­fica embajada de arte guipuzcoana figuran, por lo menos, nueve jóvenes de Pasajes: a saber, José Larramendi, Ventura Eceiza, Antonio Cortajarena, Ramón Linazasoro y Paco Alday (de Ancho), José Ramón Otero v Gerardo Echeverrí­a (de San Juan), y los queridos lagun-zar de San Pedro, Fachado e Ituarte. Y al decir que todos ellos son de Pasajes no queremos afirmar que residan actualmente en la Villa y sean convecinos nuestros, pero sí­ que nacieron bajo el cielo pasaitarra y recibieron las aguas bautismales en las parroquias de San Fermí­n, San Juan y San Pedro, respectivamente.

El dato que acabamos de citar tiene sobrada elocuencia, por sí­ solo, para afirmar que existe en Pasajes una espléndida predisposición para la música, para el canto más concretamente, y una sólida cultura musical. Ya D. Gelasio advirtió claramente la existencia de aquél, encauzándola, educándola y dándole forma. La cultura musical existente en el pueblo es, en una buena proporción, obra de la tenaz e inteligente labor de D. Gelasio.

Ausente de Pasajes éste notable compositor y organista, además de director de coro, discí­pulos suyos continúan, con fe y entusiasmo admirables, la obra por aquél emprendida.

Uno de éstos es Luis Romero, perteneciente, también, al Coro Easo, aunque no le haya sido posible figurar en la triunfal expedición reciente; y pasaitarra de los que aquí­ nacieron y siguen viviendo aquí­.

El joven señor Romero dirige, con autoridad técnica y sentido artí­stico que han sido una verdadera revelación, un coro masculino que, de dí­a en dí­a y merced a una constancia y a una disciplina dignas de los mayores éxitos, va mejorando en cantidad y acoplamiento de voces. Estas, que empezaron siendo 15 en un Olenzero que recorrió las calles del pueblo en 1947, llegan hoy a 60.

Este coro, sin existencia legal como tal corporación artí­stica todaví­a y, por lo tanto, sin tí­tulo o denominación propios, se está preparando concienzudamente, bajo la dirección de Luis Romero, para dar el salto en fecha ya no lejana, a fin de dejarse escuchar por auditorios entendidos que refrenden y sancionen sus largas horas de estudio, de esfuerzo y de preparación.

Creemos saber que este coro, en cuyo repertorio figuran veinte composiciones de diferente carácter, habrá de titularse en un futuro muy próximo Coral Pasaitarra.
Dí­as pasados, con ocasión de la festividad del Sagrado Corazón de Jesús, actuó este coro en el convento de Tellerialde (Renterí­a), consiguiendo el señor Romero y las 60 voces obedientes a su dirección un éxito completo. Exito que, sin duda, se ha de repetir en las dos audiciones que tiene comprometidas en San Juan y Trincherpe, por las fiestas de Santiago y la Virgen del Carmen respectivamente.

Interesada la Corporación municipal de Pasajes con la labor de este coro, con sus intenciones y propósitos, puso a disposición del mismo, como primera providencia, un local donde efectuara sus habituales ensayos. Pero este local, que es la sala de niñas de las Escuelas de Ancho, y que en los primeros pasos del coro serví­a bastante cumplidamente para tal finalidad, resulta ya hoy insuficiente e impropio, por sus reducidas dimensiones.

Pero no es sólo un local para ensayos lo que se necesita con urgencia; precí­sase, igualmente, un armonium, toda vez que hasta el momento presente el director del coro no dispone de otra arma para su difí­cil labor que un diapasón.

Todo el pueblo de Pasajes –de los tres Pasajes– debe apoyar con entusiasmo y largueza las actividades de este coro, exponente de la cultura musical del txoko y cuyo nombre puede llevar, andando el tiempo, por las regiones de la gloria artí­stica. Al saberse respaldado por la ayuda oficial de su Concejo, por el aliento de todo orden de su querido pueblo, se sentirá capaz de las más difí­ciles empresas. No ha hecho sino asomarse a la vida del arte y se siente ya… ¿Verdad, señor Ro¬mero ?

L. U. B.