Los Tres Pasajes, nº 19 1961
Durante varias temporadas, elementos de esta sociedad participaron en torneos oficiales, organizados por la Federación Guipuzcoana de Ajedrez; es el caso del pasado año, en que quedaron campeones de Guipúzcoa por equipos de segunda categoría, conquistando para su sociedad y para Pasajes la copa del Ayuntamiento de San Sebastián, y durante este año y en el mismo torneo, un honroso segundo puesto.
Al hablar de los triunfos individuales, podemos anotar que en la presente temporada, nuestro buen amigo Aguirre ha conseguido quedar campeón en el torneo de Guipúzcoa, tras dura lucha con fuertes jugadores de la provincia y su capital. También participaron en él, consiguiendo honrosos puestos, nuestros jugadores señores Ortega, Olave y Goñi, que lograron clasificarse entre los primeros siete puestos del torneo en fase final.
El que vemos en la fotografía es nuestro ya citado Aguirre, Campeón de Guipúzcoa de segunda categoría, este gran muchacho, que tan desinteresadamente cultiva y alienta el noble y difícil juego,ya que de él salió el primer torneo de los tres Pasajes, hace ocho años; en aquellos momentos tropezó con muchas dificultades para encontrar jugadores, a los que, antes de comenzar el torneo, les explicaba el difícil movimiento de los palitroques, y de este modo conseguir un número de participantes, llegando a reunir una cifra tan numerosa como la de hoy, ya que los que saben las delicias y sinsabores de este noble juego pasan de cuarenta en estos contornos.
El pasado año, culminando con las fiestas de San Fermín, terminó el torneo, quedando campeón de Pasajes don Joaquín Aguirre.
Este año se está jugando ya el torneo y, al parecer, tendremos un nuevo campeón en el pueblo, ya que don Ernesto Goñi, de no perder más partidas, será quien se alce con el título.
En fín, pero esto ya es noticia del próximo número, y por ello no lo comentamos más.
Felicitamos, pues, al campeón y a todos los participantes en el torneo de Pasajes, ya que de ellos es también el mérito, aunque sólo sea por participar en él y practicar el noble juego.
Antes de terminar con las presentes líneas, diremos que para cuando lleguen a vuestras manos, «La Armonía», dará a todos los pasaitarras una grata sorpresa; me atrevo a insinuar que será de carácter musical, pero es una pena no os lo pueda decir todo; porque si lo hiciese dejaría de ser una sorpresa…
V.