Los Tres Pasajes, nº 7, 1949
se la llevó la tripulación de S. Pedro y S. Juan combinada
Ello ocurrió en 1921 y fue uno de tantos episodios marítimo-deportivos que dan salsa y valor anecdótico a las tradicionales regatas de traineras de San Sebastián.
Animado Pasajes Ancho por el discreto papel realizado en 1918 –liza en la que consiguió un honroso cuarto lugar, sólo a 26 segundos del vencedor– decidió tomar parte en las que se anunciaron para tres años más tarde.
Habíanse inscripto para aquellas regatas las embarcaciones de Orio (trainera «San Nicolás», patrón Tiburcio Marticorena), S. Pedro y S. Juan, unidas (trainera «La Unión», patrón Manuel Arrillaga), San Sebastián (trainera «Ntra. Sra. del Carmen», patrón Sotero Vaqueriza), Guetaria, («Cantabria», patrón Segundo Uranga), Zumaya (trainera «San Telmo», patrón José Aldalur) y Fuenterrabía, («Ondarrabitarra», patrón Ramón Lecuona).
Pasajes Ancho decidió medirse con aquellas «tropas» formidables, presentando al efecto una al mando de Julián Elizalde, que había de correr en la trainera «Lagun Ederrak». Tripulación eminentemente anchotarra, sólo reforzada con cuatro hombres de San Pedro.
Las siete embarcaciones habían de correr en dos tandas, interviniendo en la primera «La Unión», «Cantabria» y «Lagun Ederrak».
Se dio la salida y todo se deslizó normalmente durante los primeros momentos.
«Cantabria» y «La Unión» reñían dura pelea, pero los de Ancho consiguieron adelantarse a sus dos rivales, bien dirigidos y bogando espléndidamente.
Todavía había mucho que remar, pero la lucha llevaba las trazas más optimistas para los de Ancho. En esto, saltó uno de los toletes de la lancha anchotarra, originándose en ella el natural desbarajuste… Guetaria y S. Pedro y S. Juan unidos le alcanzaron, dejándole luego atrás…
Efectuados en la embarcación averiada los cambios y maniobras que las circunstancias exigían, y reanudada la marcha con redoblado esfuerzo, la «Lagun Ederrak» llegó a la meta, habiendo hecho el recorrido en 21’55 y con bastante mala mar. Fue la última clasificada de las siete traineras. De todas las maneras, la honra de llevarse la bandera fue para la tripulación combinada de los otros dos Pasajes, que corrió con la embarcación de Orio e hizo un tiempo de 20’6 4/5. Los de Orio con la «Unión» en 20’23 2/5.
También hubo una regata de consolación, ganada por los donostiarras (19’55 4/5) con la embarcación de Guetaria, sobre los guetariarras, que tripulaban la «Nuestra Señora del Carmen» (20’12 415).
Con Julián Elizalde de patrón, componían la tripulación de Ancho:
Antonio Elizalde, fallecido ya; Pedro Anabitarte (Pedrocho), que también murió; José Miguel Sarriegui (Herrera), difunto igualmente; Germán Martínez, Jesús María Achucarro, José Gorostiaga (Padre), Elías Aramburu (Chapas), Bautista del Puerto, Dámaso Oliveira, Fermín Isasa, Carlos Mendizábal, Isidoro Vega y Marcos Zubillaga.
El remero a quien se le rompió el tolete fue Elías Aramburu, el popular «Chapas». ¿Qué hubiese ocurrido de no acaecer aquel sensible percance?
Pues… que a lo mejor conquista la representación traineril del distrito anchotarra la primera bandera de su historia remera, y una vez empezado el melón, ¡sabe Dios!… A lo mejor para estas fechas tenemos en la vitrina más de media docena…