Los Tres Pasajes, nº 11, 1953
Pasajes produce hasta humoristas. Actualmente hay uno, y muy notable, que está en candelero en la Villa y aun fuera de ella, ya que ha actuado con éxito en Irún, Rentería y Azpeitia, en el Sanatorio de Andazárrate y en el hospital civil de San Sebastián.
Carmelo Iriarte –“Polito”, en escena– es un simpático muchacho de 24 años, componente de la banda de la “Musical Pasaitarra”.
El otro día nos lo presentó el maestro Beteta, durante un ensayo de la agrupación artística que éste dirige. Y, efectivamente: tiene desparpajo y gracejo el hombre, prendas indispensables para cultivar el humorismo en las tablas: todo lo demás se adquiere después, lo da el “oficio”.
—¿Tendrías inconveniente –le dijimos– en contestarnos a un breve cuestionario con destino a la revista “Los TRES PASAJES”?
–Al revés. Encantado y agradecido. Los que queremos vivir del público necesitamos que se nos conozca, que se nos vea…; cuanta más propaganda, mejor.
—Estamos de acuerdo. ¿Te han hecho alguna vez una interviú?
–No, señor.
—Así… cuando seas famoso, ¿te acordarás de quién te hizo la primera, y dónde, en los comienzos de tu carrera?
–Soy un buen pasaitarra y quiero mucho a mi pueblo. ¿Cómo había de olvidar que fue en la revista de las fiestas? Aparte de que, ¿de dónde saca usted que yo puedo llegar a ser famoso?
–Quién sabe, muchacho. Yo ví empezar a Ignacio Ara, el gran boxeador, y a Faustino Arregui, el excelente tenor. Yo les hice a los dos la primera interviú de toda su vida. ¡Y ya ves a dónde llegaron!
–Pues… ¡ojalá me dé usted suerte!
—Bien lo quisiera. Y dime: ¿Quién te descubrió como humorista?
–Verá usted. Mi carácter es jovial y bromista, y siempre me ha gustado referir anécdotas y sucedidos graciosos…
—¿Te gusta hacer reír?
–Por lo visto… Y un día, cuando contaba yo no sé que historia de humor, me escuchó Julián Uría (Topetín), siendo él quien me dijo: — “Sin temor alguno, podrías salir a un escenario. Yo te enseñaré algunas cosas del “oficio”… Usted sabe que “Topetín” ha sido profesional. Y dicho y hecho. Me preparó el debut.
—¿Cuándo?
–En Septiembre de 1952, en uno de los festivales de la “Coral Pasaitarra”, en la cual siempre he encontrado facilidades y ayuda moral y material. La estoy muy agradecido. Actualmente pertenezco a ella y soy, como dijéramos, su humorista oficial.
—Para el futuro, ¿qué aspiraciones tienes?
–Sencillamente, irme mejorando de día en día, ya que el arte de hacer reír no es tan fácil como parece y creen algunos.
—¿Estás satisfecho de tus actuaciones?
–La verdad es que, gracias a Dios, no puedo quejarme. El público es muy bondadoso conmigo y celebra mis “cosas” con risas y aplausos. Estoy satisfecho, sí.
—¿Te gustaría ser profesional?
–¿Por qué, no? Pero… por ahora… Me conformaré con seguir en la banda de la “Musical”, tocando el bajo, a las órdenes de D. Félix Beteta, que fue quien me lo enseñó y a cuyo lado estoy hace diez años. Al fin y al cabo, mis dos debilidades artísticas han sido siempre la música y el humorismo. Esperaremos a que la fruta madure. ¿No le parece a usted?
U. L.