Los Tres Pasajes, nº 2, 1944
que nos animan a seguir adelante
Malos tiempos son éstos –de reconstrucción nacional y de guerra exterior– para que una publicación de la índole de la nuestra sea un negocio. Nos alcanzan a todos las dificultades del momento, y quien más quien menos restringimos el capítulo de gastos a tono con las circunstancias.
Sin embargo de que éstos no fuesen todo lo favorables que deseáramos, el Comercio y la Industria de los tres Pasajes –a cuyo favor estamos muy reconocidos– interpretaron en su exacto sentido el alcance de nuestra intención y, con su ayuda eficacísima, pudo el primer número de LOS TRES PASAJES presentarse con discreta dignidad en el palenque de la Prensa nacional.
Coma no nos guiaba la idea del lucro, nos consideramos satisfechos de nuestra obra. La industriosa Villa de Pasajes, calibrando el esfuerzo realizada y nuestras modestas posibilidades, acogiéndonos con alborozo en nuestra aparición, alabando la presentación y contenido de nuestras páginas.
Lo mismo aconteció con los periódicos de la Capital, que nos acogieron benévolamente, estimulándonos con sus cariñosas palabras de aliento a seguir adelante en nuestra empresa.
“La Voz de España”, por ejemplo, con un exceso de bondad que nunca agradeceremos bastante, dijo en.sus columnas que LOS TRES PASAJES era una “nueva publicación magníficamente presentada e ilustrada”.
Tras éllo, nos deseaba “una larga existencia”. Amén, y que ustedes lo vean, queridos colegas.
Por su parte, “El Diario Vasco” aseguraba que nuestro número inicial contenía “abundante original literario de carácter histórico y otros de carácter informativo sobre la vida del puerto, sus iniciativas, etc”.
En sus líneas finales, el diario que dirige nuestro querido amigo, el culto periodista y profesor don José Berruezo, daba la noticia de que LOS TRES PASAJES estaba “muy cuidada y bien presentada”. Adjetivos ambos, plenos de ponderada exactitud, que, por ajustarse tan cumplidamente a la realidad, nos halagan .y satisfacen del todo.
Resumiendo: que gustamos en nuestra primera salida, y que aquella cordial acogida que advertimos nos animó a seguir adelante. Bien entendido –sépanlo todos, anunciantes y lectores– que nuestro firmísimo propósito es irnos mejorando de año en año, según que las circunstancias económicas en que nos desenvolvemos lo vayan permitiendo.
Gracias a todos, pues, y hasta el año que viene, Dios mediante.
Los Editores