En Valencia, el F. C. Barcelona alcanza el campeonato de España al vencer difícilmente al Athletic Club de Madrid.
En Zaragoza, el Badalona y el Pasayako, los finalistas del grupo B, hacen match nulo tras prolongada y accidentadísima contienda. Y en Barcelona, la Selección catalana bate brillantemente a la Parisina.
Del encuentro librado en Zaragoza
Badalona, 2 Pasayako, 2
La Voz de Aragón, 1926-05-18
Por primera vez se ha jugado en nuestra ciudad una final de campeonato correspondiente al grupo B.
El historial de éste gran torneo es más modesto. Helo aquí:
1923, Martinete, de Barcelona
1924, Acero, de Bilbao
1925, Júpiter, de Barcelona
1926, ¿…?
Hasta ahora los catalanes han ganado dos veces y una Vizcaya.
Poco espacio. Mucha tela. Hay que comprimirse, como dijo el “cónyuge” de la “seña Rita”.
Mas ello no nos impedirá decir a la mayoría de los espectadores que presenciaron la final del grupo mencionado, que lo que sufrieron el domingo con los chicos del Badalona es deplorabilísimo.
Pasamos, a regañadientes desde luego, ya que en tal caso la neutralidad huelga por su ausencia, pasamos, decimos, por que se tenga más o menos simpatías por un equipo determinado, pero de eso a que al rival de éste se le quite caprichosa y bonitamente la cabeza, media un abismo.
A causa de la manifiesta parcialidad del público de marras hacia los pasaitarras, le faltó el grueso de un papelillo de fumar para que el Badalona perdiese un partido “y con él el campeonato de España” que, por lo menos anteayer, tenía a todas luces ganado.
La verdad ante todo.
Esperamos que hoy “la lucha se repite en Torrero a las cinco y bajo el arbitraje de Adrados” la afición aragonesa sabrá desagraviar a los catalanes como se merecen.
Que así sea… y pasemos a las conquistas.
Sopla un ventarrón de dos mil diablos. Por ello, la concurrencia no es lo numerosa que cabía esperar. Arbitra Sáez de Cenzano, al que auxilian en las líneas Ostalé y Adrados.
La lucha da comienzo quince minutos más tarde de la hora anunciada. ¿Por qué? Allá que los sevillanos… Hay que ser más puntuales, señores del pito.
Los equipos se constituyen de éste modo:
Badalona: Brú; Masenet, Tejedor II; Bosch, Blanco, Gamiz; Llinas, Castro, Forgas, Garriga, Tejedor III.
Pasayako: Zubiri; García, Elizalde; Zozaya, Mochelín, Mendia; Barbeito, Echevarria, Gual, Martínez y Zala.
Los pasaitarras juegan a favor del viento, con cuya valiosa ayuda llegan varias veces a la meta defendida por Brú. Badalona se defiende bien. El primer corner se tira contra el Pasayako, sin nada malo que lamentar.
Zozaya recibe una pelota, avanza y desde lejos chuta bombeado. El balón, ayudado por el aire se “cuela” en los dominios de Brú, cogiendo a éste desprevenido. Sorpresa para los catalanes y regocijo en los otros.
Faut de Mochelín, que lanza fuera Blanco. Avance pasaitarra. Brú despeja, rebota el bolo en Martínez y no se introduce por verdadero milagro. Corner que lanza Llinas y remata Forgas con la testa. Zubiri para admirablemente. Otro saque de esquina lo remata alto Castro. Brú para muy requetebién tres chuts peligrosos de Echevarria, Gual y Martínez. Tres corners seguidos contra el Badalona. Nada. Otro que salva Brú y, pero después fin del primer tiempo.
Ahora le toca dominar al Badalona. Forgas, solo ante el marco, chuta a las nubes. Brú interviene con acierto para salvar los peligrosos avances de los adelantes del Pasayako. Gual avanza solito y a un tren fantástico. Brú sale a su encuentro y desbarata las intenciones de aquél.
Por ser desesperadamente lenta ante la meta rival, la línea delantera del Badalona pierde alguna ocasión crítica de marcar.
Lío en la puerta de Zubiri. Forgas chuta, para Zubiri débilmente y Boch suelta un cañonazo que Zubiri no puede detener. Aplausos corteses, tan fríos como la tarde. Corner a favor del Badalona sin resultado positivo. Zubiri se luce parando dos ricos zambombazos de Blanco y Forgas.
La contienda fina con el empate a un gol.
Es de treinta minutos, en dos tiempos de quince cada uno.
Continua dominando Badalona, a pesar de que el viento sopla a favor del Pasayako. Este, ordenadamente, no se deja pisar el terreno.
Forgas logra el desempate de un buen chut, pero Cenzano anula el tanto por orsay. A nosotros nos pareció ver la existencia del orsay. El juego se nivela.
Forgas, de un chutsesgado y colocadísimo, desempata. Ahora, sin trampa ni cartón.
Antirreglamentariamente, pero empata; Mochelín, en orsay clarísimo, incrusta el balón en los dominios de Brú. Protestan los jugadores catalanes, saltan al campo dos o tres partidarios acérrimos del Badalona, hay “juerguita”, interviene la guardia civil y Cenzano expulsa a Forgas, que ha intentado agredirle.
Se hace la calma y sigue el partido.
Apuntamos tres corners contra el Badalona, que no alteran el marcador. Blanco insulta al árbitro y éste lo despacha del campo. Los catalanes, presas de una gran depresión moral, quieren retirarse. Por fortuna se sobreponen pronto. Y los nueve jugadores que quedan, se multiplican para salvar el honor.
Y… muy cerquita de las ocho, el accidentadísimo encuentro acaba con resultado nulo.
Del Pasayako, Zubiri y Mochelín, García y Elizalde. El resto aceptable.
Por el Badalona, Brú, Forgas y Blanco. Los demás con un entusiasmo loco.
Cenzano, medianejo. Cuando quiso ayudar al Pasayako, le perjudicó; haciendo lo propio con el Badalona, que llevó la peor parte.
A nosotros, su labor nos pareció imparcial. A los demás… ¡vaya usted a saber!
El domingo, nada más acabar todas las incidencias habidas en la final del grupo B, salió para Barcelona el representante de la Federación Catalana señor Torres Ullastres, siendo portador del acta correspondiente, en la que no se hacía constar la expulsión de los equipiers Forgas y Blanco.
Para sustituir a aquél, vino ayer de la ciudad condal, donde la actitud del público aragonés causó un gran disgusto, otro federativo, el señor Font Badrinas.
Como ya queda indicado más arriba, el Pasayako y el Badalona volverán a enfrentarse hoy, a las cinco, en el campo de Torrero.
Arbitrará el colegiado aragonés señor Adrados.
Los precios que regirán son los mismos; y las localidades se pondrán a la venta hoy, de once de la mañana a cinco de la tarde, en el kiosco Iberia, sito en la plaza de la Constitución.
Las taquillas del campo se abrirán a las tres y media.