La Unión Vascongada, 1898-06-25
También en Pasajes Ancho se bailó anoche mucho y muy bien.
El pianito de manubrio hizo de las suyas alegrando a aquel vecindario y no permitiendo que la latosidad de los filarmónicos de aquel pueblo acabase de desgarrar sus martirizados oídos.
Muy bien por los señores del piano y ojalá que todas las noches hicieran lo mismo, uno en cada barrio, para ver si los del acordeón desaparecían para siempre jamás amén, de aquel lugar.