Los Tres Pasajes, nº 14, 1956

Explicada en sí­ntesis por el vicepresidente del Club,
señor Lorenzo

El vicepresidente del «Pasajes», nuestro querido amigo don Lorenzo Lorenzo, responde amablemente y con la claridad que le caracteriza a las varias preguntas que le hemos hecho en relación con el Club y con el equipo futbolí­stico de éste. He aquí­, la primera:

¿Que balance podrí­as hacer de la temporada última?
–Francamente, para la poca ayuda, tanto moral como material, que hemos tenido, no podemos quejarnos. Iniciamos la temporada con desgracia, la lesión de Linazasoro, que nos ha costado mucho; y seguirnos con las de otros jugadores que, aunque de poca importancia, siempre ocasionan un desajuste de «piezas» en el equipo. Después, vino la ausencia de vario jugadores por tener que cumplir el Servicio Militar, y la del guardameta Fernández que se nos marchó al Brasil; todo lo cual nos dejó «en cuadro», sobre todo, por el último, que era el más fuerte puntal de nuestro conjunto. Mas, a pesar de todo, nos defendimos, manteniendo nuestro puesto en la lª Regional, donde hemos jugado hasta el final, habiendo tomado parte, también, en la Copa Guipúzcoa, torneo en el que llegamos a los cuartos de final y donde, con un poco más de suerte, hubiéramos jugado, quizá, la final. Habí­a mucho entusiasmo; pero, ya te digo: la mala suerte es el enemigo más fuerte.
¿Qué contrariedades son las que más os han afectado?
–Te diré: Dos; una la negativa del Real Unión a que jugáramos el partido en Larzábal, lo cual nos hubiera beneficiado en unos miles de pesetas. Tení­amos puestas en él las esperanzas, pero no llegamos a un acuerdo. Yo no me explico la forma que tienen de ver el deporte algunos clubs modestos. Claro, que así­ tampoco ellos podrán llegar muy lejos. Por el bien de todos, lo justo, es ayudarse mutuamente. El otro asunto que moralmente más nos ha afectado es el del beneficio a favor de nuestro vecino y amigo José Albisu. A mi corto juicio, pecó un poco de falta de organización. (y no quiero que mis palabras se interpreten como una censura para nadie). Yo entiendo que, puestos a favorecer, lo natural hubiera sido hacer un partido a base de jugadores de los dos pueblos vecinos, y si se querí­a, darle más fuerza, reforzados por jugadores que recientemente pertenecieron a ambos clubs Pasajes – Touring y pagando todo el mundo, sin distinción, el importe de su localidad; primero, por ser jugador del Touring, y segundo, por ser hijo de Pasajes. No fue así­ y Josecho perdió unos miles de pesetas después de su larga y dolorosa lesión. Es lamentable.
¿Qué puede decirse de nuevo acerca del campo?
–¿Del campo? No me hables. Sólo puedo decirte una cosa: Si el señor Luzuriaga nos da permiso y alguien nos ofrece, después del trabajo, una camioneta u otro elemento para transportar tierra, nosotros quizá encontremos brazos para mover tierra, cargarla y hacer un cumplido campo de entrenamiento. Por lo demás, nada, nada y nada.
¿Planes para la próxima temporada, por último?
–En las mismas condiciones de fichaje que ésta y con mejores esperanzas, te ofrezco un equipo superior al anterior. Hasta hoy contamos con los mismos jugadores, excepto uno que le daremos la libertad, pedida por él; sin embargo, hay algún otro que nosotros mismos trabajamos con el deseo de poder ofrecerle esa libertad que le pone en camino de ganar dinero, como antes lo hicimos con otros muchos muy conocidos de todos. Nosotros somos así­. Al que dio lo que pudo le damos lo que podemos. ¿Algo más?
–No, no; nada más
–Pues, muchas gracias, amigo Ureña; y hasta el año que viene.

U.