Los Tres Pasajes nº 9, 1951

Le llaman… ¿Cómo le llaman
a ese señor tan ufano,
que, con la «pluma» en la mano,
va rubricando su fama?

Sus 110 kilos pesa,
es tripudo y arrogante,
buen bebedor y «cantante»
y le da «sudor» si piensa.

No fue jamás pelotari,
futbolista ni torero,
tiene fama como «obrero»
y a veces de «bersolari».

Comiendo pasa los ratos
más «sabrosos» su vida,
y sí­ a «casuela» convida
le «temen» hasta los gatos.

Su nariz exagerada
le dió «fama» y no dinero.
Es jovial, dicharachero,
chistoso y buen camarada.

En apuestas es famoso
cuando de comerse trata,
pues lo mismo come pata
de cerdo que carne de oso.

Es jefe de una «oficina»
de «limpieza» sin «atrezo»,
y «gasta plumas» de brezo
y sira por gabardina.

Casado ¡hijos no tiene!
mas sí­ vino en su bodega:
un vino de ese que «pega»
y paga el que le conviene.

Vive del sueldo y sus gajes.
En vasco, gran pasaitarra,
buen amigo de la «farra»
y entusiasta del Pasajes.

En las Diez Casas habita
y cobra del municipio.
Es hombre que de principio
no tiene quien le compita.

Es más bien joven que viejo;
y con gran delicadeza
hace que por su limpieza,
Pasajes sea un espejo.

Le llaman …. ¿Cómo le llaman
que no recuerdo…? ¡Demonio!
¡Dí­melo tú, San Antonio,
escuchando al que te clama,

que, sí­ no, me considero
fracasado en mí­ memoria,
y terminaré la historia. …..
preguntando al barrendero.

Oznerol