La Unión Vascongada, 1898-09-27
El puerto de Pasajes vióse muy concurrido de buques.
En él efectuaban sus operaciones de carga y descarga el vapor Itálica, procedente de Santander; los barcos Gorliz y Sixto Cámara, que trajeron a aquel puerto carbón de las cuencas asturianas; el vapor griego Constantinos, que conduce por mitades para Pasajes y Bilbao 2.200 toneladas de maíz, procedente del mar Negro; el Commandant Franchetti, con pipería varia y bacalao, de Burdeos; el Prince Philippe, con carga general de Amberes; el Marico, con sidra de Asturias; la goleta inglesa Zéphir, con tierra blanca, y el paquebot de los Chargeurs Reunis, con pasajeros y diversas mercancías.
E
ste trasatlántico francés, mandado por el comandante Ballimond, salió en las primeras horas de la tarde de ayer para Buenos Aires y escalas donde se dirige.
A Pasajes llegó con 119 pasajeros y del vecino puerto ha salido con 158 emigrantes para la República Argentina. Casi todos los que en Pasajes han embarcado proceden de los pueblos circunvecinos. En su mayoría con solteros los individuos de ambos sexos que el vapor conducía. Al nuevo continente marchan llenos de ilusiones, esperanzados de encontrar en aquellas tierras lejanas el bienestar que su patria les niega. ¡Pobres gentes! Momentos antes de salir el vapor vímosles allí mezclados, confundidos en los camarotes, a manera de fardos que van allá donde la mano de un audaz quiere llevarlos.
¡Sus ojos llenos de indefinible amargura hablaban al alma de manera tan elocuente!…
Quiere el destino que allá donde se dirigen, la felicidad que aquí no han encontrado les sea más propicia. Es cuanto les podemos desear.