Los Tres Pasajes nº 9, 1951
para su pueblo el título nacional de la serie B
Se han cumplido 25 años de la proeza. El 18 de Mayo de 1926, el primer equipo del Pasayako Lagun Ederrak, al triunfar sobre el Badalona, ofrecía a su querido «txoko» un título nacional de balompié.
Aquel memorable partido, que tuvo para Pasajes y para toda Guipúzcoa –solidarizada fraternalmente con nosotros en el momento del triunfo– proporciones de acontecimiento, se celebró en Zaragoza.
El Pasayako venció al Badalona por 1 a 0, marcado este único tanto por Pepito Zala.
Ha pasado desde entonces un cuarto de siglo, y el Pasayako desapareció.
Pero casi todos los bravos muchachos que formaron en el equipo campeón viven, afortunadamente, y son hoy hombres derechos y maduros, que apechugan con la responsabilidad de una familia y de un hogar.
El Pasayako murió, pero los laureles que supo conquistar no se han marchitado y el recuerdo de aquel triunfo vive y vivirá siempre en lo más íntimo del corazón del pueblo cuyo nombre airearon y ensalzaron con aquella resonante victoria.
Merecidísimo, por lo tanto, el homenaje que, con motivo de estas Bodas de Plata deportivas, tributaron la afición guipuzcoana en general y la pasaitarra en particular, hace un par de meses escasos, en el campo de Atocha, de San Sebastián, a los forjadores y protagonistas de la misma.
Fue el 14 de mayo, segundo día de Pascua. Contendieron el Villafranca y el Pasajes, con la victoria de nuestros colores, por 2-0. Y durante el descanso, el señor Manrique, presidente del Pasajes, entregó un banderín conmemorativo, con leyenda alusiva, al señor Bueno, directivo que fue del Pasayako.
Símbolo, todo símbolo. ¿Para qué más? La sinceridad es grande en la sobriedad. Palabras pocas, pero justas. Homenajeadores y homenajeados fundieron sus almas en un minuto preñado de emoción.
Y un banderín quedó como testimonio de la simpática conmemoración. De su custodia –como jirón y perfume de una gloria que fue; como reliquia de un acontecimiento que constituyó historia popular de la villa– se encargan los amigos de la Sociedad Lore Chorta.
Por la noche, los deportistas de ayer y los de hoy –aspirantes éstos a emular y engrandecer las glorias de aquéllos– se reunieron a cenar en uno de los restaurantes de la villa.
LOS TRES PASAJES, participando cordialmente de la alegre satisfacción del triunfo que se conmemora, se complace en felicitar, a 25 años fecha, a los directivos y jugadores supervivientes de aquellos días triunfales del Pasayako. Y pide a todos el tributo de un recuerdo y el homenaje de un padre nuestro por Esteban Salazar, «Mochelín» bravísimo, puntal y capitán de aquel conjunto de campeones y que, fallecido va para dos años ya, no ha podido saborear las mieles, doblemente sabrosas con la sal del recuerdo, de estas Bodas de Plata.