Los Tres Pasajes, nº 18, 1960
MOTOR DE NUESTRO FORMIDABLE DESARROLLO
INDUSTRIAL Y COMERCIAL
LA POBLACIÓN PASAITARRA
Por Real Cédula de Carlos III, el hasta entonces lugar del Pasaje se erigió en villa. Esto ocurría el 10 de Abril de 1770 (fecha de dicha Cédula Real); es decir, hace 190 años. Muy cerca de dos siglos. Desde entonces, el Pasaje comenzó a progresar. Y hoy, julio de 1960, es una de las villas de mayor actividad de Guipúzcoa y de todo el País Vasco.
Magnífica trayectoria –digámoslo con satisfacción legítima– la de este Pasajes, que a su belleza natural ha sabido unir un denodado afán de crecimiento y de trascendencia.
Pasajes siempre ha querido ser algo, y Pasajes, gracias al dinamismo de sus habitantes, se ha salido con la suya. Hoy nos lo dicen su puerto con su actividad y su industria, con su pujanza. Ayer nos lo decía la Historia cuando de Pasajes salían muchos de los grandes marinos de España y el gran Blas de Lezo a luchar a brazo partido contra el pirata, fuese de Liverpool o de Sables d’Olonne; cuando de Pasajes salía el gran Lafayette para llevar a Norteamérica el hálito castrense que le hacía falta para lograr su independencia; cuando, en fin, Víctor Hugo consumía las tristes horas de su exilio contemplando las idas y venidas de las bateleras desde el caserón de San Juan.
Y hoy, ¿qué es hoy nuestra villa? Pasajes es hoy una importante villa con más de 15.500 habitantes que, arracimados en algo más de 10 kilómetros cuadrados, dan una densidad de 1.437 habitantes por kilómetro. O sea, una de las cifras de población relativa más grandes de España. Si pensamos que, en 1910, Pasajes tenía solamente 3.571 habitantes, vemos con claridad meridiana la progresión constante de su población en el espacio de 50 años, progresión que marcha paralela a la de su tráfico portuario y a la de su industria.
Hablemos, pues, de nuestro puerto. Y del puerto pesquero en primer término, porque la pesca hizo a Pasajes.
En este puerto existen 71 empresas armadoras, que totalizan 176 barcos, con 27.000 toneladas de registro bruto.
Estas cifras expresan que Pasajes ocupa el segundo lugar entre los puertos pesqueros de España, posición que es para enorgullecer ampliamente una villa.
Los 176 barcos de pesca que llevan la matrícula de Pasajes por los amplios mares tienen 2.600 hombres de tripulación, la mayor parte de ellos vecinos de ese colorinesco barrio, con sabor marinero y acento interprovincial, que es Trincherpe. Los buques de Pasajes salen todos los días para las costas de Grand Sole; para el “Bantre”, como dicen muchos de sus marineros para designar los tenebrosos farallones irlandeses de Bantry, donde tantas vidas pasaitarras pagaron su tributo, para el Canadá, para Halifax y San Juan de Terranova, para Saint Pierre y Miquelón y la costa de Groenlandia, con el fin de traer a nuestras mesas ese manjar que Dios puso tan próvidamente en las aguas oceánicas, 176 barcos y 2.600 hombres, algunos de los cuales no regresan jamás a ese Pasajes que siempre les espera en silencio.
Paralelamente al pesquero marcha el puerto comercial de Pasajes. Su importancia crece de día en día, el volumen de sus entradas y salidas corre parejas con la progresión constante de la industria de Guipúzcoa, de Navarra y de otras provincias cercanas. Hoy, Pasajes mueve un millón y medio de toneladas al año en unos 1.100 metros lineales de muelle, lo que representa densidades de tráfico de difícil superación.
La mitad del tráfico se refiere a carbón y combustibles líquidos, siendo la otra mitad mercancías generales y minerales.
El futuro de Pasajes quedará marcado con fuerte impronta en cuanto las obras de ampliación del puerto queden terminadas. Estas obras se iniciaron hace unos años, y los ingenieros esperan que estén acabadas para 1960. La ampliación vendrá a representar otro kilómetro de muelles comerciales, duplicándose la longitud de los existentes en la actualidad. Y una vez terminadas estas obras de ampliación, el gran puerto de Pasajes iniciará una nueva etapa en su vida, prometedora de un gran futuro. Este futuro se presenta espléndido para Pasajes, pues el progreso de su puerto comercial correrá parejas con su desarrollo industrial.
La importancia actual de la industria de Pasajes es, a nuestro juicio, extraordinaria. Lo revelan los datos numéricos que vamos a dar a continuación, pero antes queremos decir que son muy escasos los términos municipales de España donde se dé una tal concentración industrial. Veamos:
En Pasajes existen en la actualidad 529 establecimientos industriales; unos, de gran importancia nacional e internacional; otros, de interés meramente provincial o local. Estos 529 establecimientos industriales poseen una potencia instalada de 9.344 HP., y emplean 10.950 obreros de ambos sexos. No podríamos seguir sin citar las más importantes empresas industriales, como son la Pysbe, que dispone de 19 buques pesqueros, con un total de 47.500 toneladas, y amplias instalaciones de secaderos y frigoríficos; y Luzuriaga, importante empresa metalúrgica, que emplea por sí sola a 3.000 obreros. Junto a ellas florecen otras numerosas empresas constructoras de máquinas, herramientas, tornillería, conservas, manipulados de papel, destilerías y productos químicos, amén de buen número de talleres pequeños donde se aúnan el ingenio y la habilidad mecánica de los obreros pasaitarras.
Y pasemos al comercio. Pasajes tiene en su núcleo urbano 323 establecimientos comerciales, muchos de ellos tan bien montados y tan sugestivos como los de la capital. Y pensando que el buen comer es un suave comercio, digamos que hay en Pasajes 33 restaurantes de diversos tipos y 10 sociedades gastronómicas, en todos los cuales se rinde culto al buen yantar y, sobre todo, al arte del bien preparar ese pescado que el mar concede próvidamente al esfuerzo sin tasa del pescador pasaitarra.
Toda esta actividad queda reflejada en el auge de la Administración municipal. Pasajes tiene en su presupuesto de ingresos y gastos una suma que asciende a los seis y medio millones de pesetas, con los cuales se atienden de, manera suficiente, los muchos servicios de la población. Porque Pasajes es una localidad dotada de buen alumbrado y abastecimiento de aguas; así como de servicios sanitarios y de beneficencia adecuados a la categoría del núcleo urbano.
Importante capítulo acerca de Pasajes es el de la enseñanza. Pasajes es uno de los pueblos más cultos de Guipúzcoa. Funcionan en él nada menos que 44 escuelas, con un total de 1.851 alumnos de ambos sexos. Por su parte, el Ayuntamiento sostiene varias academias de dibujo y clases de adultos, así como la Biblioteca pública municipal, con una sala de lectura, que trata de ampliar con otra en San Pedro, así como agencias de lectura en San Juan y en Trincherpe. El Ayuntamiento subvenciona también a algunos centros privados de enseñanza.
Pasajes edita, además, varias revistas –entre ellas la nuestra, cuyo primer número se publicó en 1943, hace 18 años– y posee varias asociaciones musicales, cuya decana es la banda «La Constancia», del distrito sanjuandarra.
Pasajes, según se ve, no descuida nada que tenga relación con la cultura de sus habitantes. Villa marinera, industrial y comercial, sabe también cuidar de la cultura de sus hijos.
Finalmente, el analfabetismo, plaga de otras regiones, es aquí apenas conocido, y aquel que llega sin haber probado los beneficios de la cultura, los acaba por conocer aquí. Lo cual es el eterno motivo del reconocimiento que por Pasajes sienten quienes, si bien vieron la luz primera muy lejos de su bahía, se consideran hoy pasaitarras de corazón, dispuestos a luchar denodadamente junto a los naturales de nuestro pueblo por conseguir el Gran Pasajes que es anhelo de todos.