Los Tres Pasajes nº 6, 1948
A poco de terminarse de construir, Ricardo Valverde hizo de la nueva edificación la presente fotografía.
Todavía no se había inaugurado oficialmente la nueva instalación. Esta, que es de dependencia municipal, vino oportunamente a cubrir, en parte por lo menos, una necesidad cada día más patente, ya que la afluencia de gente a Pasajes, sobre todo los domingos y días festivos ha llegado a sobrepasar los cálculos más optimistas.
Se trata de una edificación de nueva planta, levantada en la confluencia de las calles de Iparraguirre y Zumalacárregui, frente a la Alameda de Ancho.
De un solo piso, esta nueva edificación comprende tres partes o departamentos: una, de urinarios y evacuatorios, para uno y otro sexo; otra, de baños y duchas; la tercera, que ocupa la parte central y exterior de aquélla, es una especie de tienda, con su escaparate, desde donde puede ejercerse el comercio de venta al por menor de pasteles, caramelos, frutas secas, etc.
La inauguración oficial efectuóse el domingo de Pascua de Pentecostés del año en curso, causando la nueva instalación la más favorable impresión tanto en los naturales de Pasajes como en los forasteros. Porque bien claro está que, por lo menos en su papel de kiosko de necesidades, alivia o amortigua bien considerablemente una laguna que tanto se dejaba sentir en el pueblo.
De líneas sobrias, de corte moderno, se ha tendido con esta nueva construcción a dotar a Ancho de un nuevo servicio público cómodo, práctico y económico; servicio que, como hemos visto, tiene una triple ramificación:
El primero y el tercero de los tres servicios mencionados, comenzaron, en efecto, a funcionar desde el momento mismo de su inauguración: No así el citado en segundo término –baños y duchas–, cuya inauguración práctica todavía no se ha podido efectuar, a causa de considerables dificultades de carácter técnico surgidas á última hora.
Tenemos entendido que, vencidas aquellas dificultades, los baños y las duchas de esta nueva e importante mejora de Ancho podrán comenzar a funcionar a primeros del del próximo otoño.
La encargada o conserja de este nuevo kiosko municipal es, precisamente, la que tiene la facultad de explotar la tiendecita –parte central del inmueble– del que hemos hecho antes meneción, para la venta de pasteles, caramelos, etc.