Los Tres Pasajes, nº 7, 1949
Jesús Braceras, vocal-vecino de la Junta de Patronato
de la Beneficencia donostiarra
Nos place reproducir del programa-revista que se edita anualmente en el barrio donostiarra de Amara con motivo de la festividad de San Juan y los festejos inherentes a la misma que organiza la popular Sociedad ««DONOSTI-BERRI», el siguiente trabajo titulado «Braceras, vocal vecino de la Junta de Patronato de la Santa Casa de Misericordia y Hospital Civil»:
«A los pocos días de tomada posesión de sus cargos por el nuevo Ayuntamiento donostiarra, el presidente de “Donosti-Berri” visitó al alcalde D. Javier Saldaña en el despacho de éste en nuestra magnífica Casa Consistorial.
Con la excusa de felicitar al señor Saldaña por su nombramiento, Braceras iba, de paso, a interesarse cerca de la primera autoridad local por algún asunto relacionado con el barrio de Amara. Como siempre.
El señor Saldaña –con quien Braceras establecía en aquel momento el primer contacto– felicitó, a su vez, a su visitante, por la labor altruista de «Donosti-Berri» y sus personales y constantes campañas, gestiones y desvelos en favor de su barrio. El alcalde aprovechó la presencia de Jesús Braceras para ofrecerle el cargo de vocal-vecino en alguna de las instituciones de carácter municipal: Caja de Ahorros y Monte de Piedad, Fábrica de Gas, y Casa de Misericordia y Hospital de San Antonio Abad.
Esto ocurría el 17 de Febrero del año actual. Braceras pidió al alcalde veinticuatro horas para estudiar aquel amable y honroso ofrecimiento.
En efecto: al día siguiente, Braceras comunicaba oficialmente a D. Javier Saldaña que aceptaría, de buen grado, un puesto en la Junta de Patronato de la Santa Casa de Misericordia y Hospital de San Antonio Abad.
El Pleno municipal, en sesión del 9 de Marzo, aprobaba unánimemente el nombramiento del presidente de “Donosti Berri” para aquel cargo, que, según se sabe, no es retribuido y sí completamente honorario.
Constituida la nueva Junta de Beneficencia, Braceras quedó adscripto a las comisiones siguientes del seno de aquélla: de investigación de Asilados, Pompas fúnebres y Suministros; las tres de carácter fijo.
Pertenece, igualmente, a otras comisiones de nombramiento circunstancial dentro de la Junta. Entre ellas, la de la Corrida de Beneficencia.
Los que conocen bien a Braceras esperan de él, dado su proverbial amor a los desvalidos e indigentes y a sus dotes de actividad e inteligencia, una considerable y beneficiosa labor en la Junta de Patronato de la Santa Casa de Misericordia y Hospital de San Antonio Abad».
El señor Braceras –el amigo Jesús diremos mejor, ya que nos une a él una antigua y excelente amistad– es, según creemos haberlo dicho en alguna otra oportunidad, un hijo distinguido de Pasajes Ancho y de una buena madre pasaitarra, ya difunta desgraciadamente.
Conocemos esa hidalga e invencible simpatía de Braceras hacia los desheredados de la fortuna y de la salud –que es, realmente, la mejor y mayor fortuna– y no nos extraña absolutamente nada que puesto en el trance de elegir institución, se inclinara por la Junta de Patronato de la Beneficencia. El, siempre junto a sus pobres y sus enfermos.
Este nombramiento a favor de Jesús Braceras lo considerarnos justísimo, ya que su elevación a dicho cargo lo interpretamos como seguramente lo han de interpretar todos cuantos le conocen: es decir, el reconocimiento oficial de unos méritos que nadie le puede discutir; la meta con la que en este orden de cosas él soñó para dar rienda suelta a sus sentimientos altruistas y caritativos. Y coincidimos con el autor del suelto que comentamos cuando dice aquello de que los que conocen bien a Braceras esperan de él, dado su proverbial amor a los desvalidos e indigentes y a sus dotes de actividad é inteligencia, una considerable y beneficiosa labor en la Junta de Patronato de la Santa Casa de Misericordia y Hospital de San Antonio Abad.
Así lo creemos porque somos de los que le conocen bien. Y porque le conocemos y lo creemos así, felicitamos al amigo Braceras por su nombramiento, con un abrazo.