Pasajes nº 10, 1936
Hace unos días me abordaron en plena calle de Iparraguirre, varios jóvenes que intervienen en la confección de la revista ilustrada PASAJES, y solicitaron de mí unas cuartillas con el fin de llenar un modesto espacio en la misma.
— Pero, benditos de Dios, ¿qué diantres queréis que escriba para llenar ese espacio, si carezco de lo más elemental como es la literatura?
— Apáñese como se pueda, pero no nos deje de mandarnos esas cuartillas, sin que la saltxa tenga ningún exitante…
Veremos lo que sale de este “menú” confeccionado frente al caserío de Txipres.
— Agur Luis.
Caminaba yo una mañana dominguera, por una de tantas veredas que se cruzan por los desfiladeros del monte San Marcos, cuando al doblar el recodo de un sendero escuché el eco de un irrintzi, saludo del mendigoizale –¡eup!–, y al volver la vista vi sentaditos en la pradera a mis amigos aficionados cazadores, Echeveste y Argarate, y junto a ellos a un hermoso perro lebrel, que tras larga caminata, descansaba sobre la verde alfombra.
Hete aquí, dije para mi, el momento oportuno para llenar unas cuartillas. Nos hallábamos no muy distantes del caserío Bordaxar, lugar donde con frecuencia se ejercitan los jóvenes al tiro de platillo, y como este deporte se halla en boga recayó la conversación nuestra sobre él.
— Qué, ¿hay muchos ánimos para el campeonato local? Porque supongo que en el programa de festejos de este año no faltará el número del tiro al platillo.
— Hombre ánimos no nos faltan, lo que escasean son las pesetas, nos dice Echeveste, pues a pesar de que poseemos el aparato lanza-platillos conquistado por nosotros en las fiestas patronales, es un deporte bonito, pero algo elevado el presupuesto, y por ese motivo, los entrenamientos no se llevarán a cabo con la regularidad debida.
— ¿Pero tan exhausta se halla vuestra cartuchera…?
Mientras Echeveste se ausenta un momento con la escopeta, Argarate se me acerca y me dice al oído callandito, que eso de la carestía no es más que una tapadera, y lo que pasa es que Echeveste va a ingresar en la cofradía de los beneméritos no quiere soltar el botón de la cartuchera… ni para comprar platillos.
Esto ya es harina de otro costal: Zorinak ba, Echeveste. Desde luego, sabemos que el teniente alcalde, señor Lapazaran, notable tirador, piensa incluir en el programa de festejos el campeonato local del tiro al platillo, y con abundantes premios, y tenga la completa seguridad que nosotros acudiremos con el mayor entusiasmo. Allí les veremos a Hernaiz, Arrieta, Seco, Ayerbe, Santos y demás legión de tiradores que con tanta frecuencia recorren las montañas de Jaizkibel, Ulia y Txoritokieta, y manejan el arma con gran soltura. Conque hasta los San Fermines y en el campo de Molinao, y al amigo Echeveste que me perdone por escrito a voces…
Kiroltzale bat