El Guipuzcoano, 1890-07-18
Anteanoche á las diez, ocurrió en Pasajes una tristísimo desgracia.
Hallándose en Ancho un trabajador llamado Andrés Ucelayeta y Garmendia, viudo, de 48 años, natural de Lezo, en la calle principal de aquel barrio, cuando dos perros pusiéronse a reñir encarnizadamente. Deseoso el Ucelayeta de separarlos, arrojóse a hacerlo, precisamente en el momento en que los caballos de un carruaje lo arrojaron al suelo, y una de las ruedas de aquel le pasó por la mitad del cuerpo. […] los primeros el médico director de Sanidad del puerto, señor Zabaleta, que prodigó al herido los auxilios de la ciencia.
El cochero, al apercibirse del atropello que había cometido, huyó precipitadamente, sin que haya podido averiguarse hasta ahora quién fuera.
En cuanto al herido, en estado grave fue conducido a Alza, y el juez municipal de aquel término dio principio a la instrucción de diligencias sumariales.
El hecho se ha puesto en conocimiento de nuestras autoridades.