Los Tres Pasajes, nº 8, 1950
En un año, más de veinte cuadros acabados,
algunos de los cuales han sido vendidos
José Luis Martínez es un caso elocuentísimo de lo que puede la voluntad al servicio de una vocación y un temperamento.
Porque José Luis Martínez, sin principios técnicos, sin profesores y casi sin elementos materiales, se está haciendo a sí mismo. Y hoy, apenas transcurrido un año, no son ya balbuceos lo que produce José Luis Martínez, sino obras estimabilísimas encarriladas en la ruta de un éxito seguro, más o menos cercano.
José Luis Martínez ha encontrado su camino. Paso a paso, pero, poniendo siempre la planta de su pie sobre suelo firme, va mejorando extraordinariamente.
Considerándolo así, nuestro joven amigo ha conseguido hallar quien crea en él y en sus condiciones. El artista pobre —-risueña promesa de buen pintor—- tiene ahora quien le protege, proporcionándole los medios necesarios para que su natural esfuerzo resulte más productivo y sus condiciones artísticas puedan desarrollarse con holgura y seguridad mayores.
José Luis Martínez trabaja con ahincada fe y no desmayada intensidad, a prueba de desvelos y sacrificios. Haciendo compatibles sus aficiones pictóricas con las cotidianas obligaciones profesionales, ha producido, en un año más de veinte cuadros —-bodegones, paisajes, retratos, etc.—- muchos de los cuales han merecido el honor de ser vendidos.
No puede darse síntoma mejor. Los cuadros de José Luis Martínez se cotizan ya. Y a buenos precios.
Coincidiendo con las presentes fiestas patronales, José Luis Martínez ha preparado una nueva Exposición, que será, sin duda, visitadísima, y a la que nos complacemos en augurar un nuevo éxito.
La vista pasaitarra que el lector habrá ya contemplado en nuestra portada es la reproducción fotográfica. De uno de los últimos cuadros del joven y ya notable artista de Ancho, José Luis Martínez. Desde un ángulo sanjuandarra muy acertado, el pintor ha captado un trozo de cada uno de LOS TRES PASAJES, dando lugar a un lienzo notable por el dibujo, el color y la perspectiva que es una viva y espontánea alegoría del título de nuestra Revista.
Luis Ureña