Los Tres Pasajes nº 9, 1951

Cuando esta popular revista salga a la calle, las ruidosas fiestas que Ancho dedica a su moreno Patrón, glorioso San Fermí­n, estarán al caer. Ya de ví­spera, los cohetes atronarán el espacio y la gente menuda andará impaciente en espera de que los Gigantes y Cabezudos hagan acto de presencia, para corretear ante ellos con la alegrí­a de los años inocentes.
Fiestas de carácter religioso y fiestas mundanas. Muchas fiestas, que en esto de querer parecer a los de la vieja Iruña, donde se festeja al mismo Santo Patrón, por ahí­ se andan…

Pero hay más. Allá por Septiembre también se celebran fiestas en honor de San Fermí­n de Aldapa –San Fermin Txiki– y para hablar de ellas y airearlas en estas columnas nos hemos dirigido al dinámico Antonio Imaz, alma de su organización, en unión de otros animosos compañeros que colaboran con él –entre ellos el doctor Aldanondo– a fin de que «destape» algo de lo que tiene en el telar para dichas fiestas, que al parecer, van a «epatar» a otras sonadas organizadas en años anteriores.

— Dime, amigo Antonio –le soltamos a bocajarro– algo de lo que preparas para las fiestas de la calle Blas de Lezo, que, según rumores, van a ser algo extraordinario.
— Pues mira –me contesta– quiero que este año las fiestas de San Fermin Txiki sean superiores en calidad y cantidad a las de años anteriores. La Comisión de Fiestas está ya estudiando el programa, y las aspiraciones son grandes.

— ¿Me puedes adelantar algo del plan en proyecto?
— Dispensa que me encierre en una negativa obstinada, porque queremos tener todo en secreto hasta los últimos momentos. Únicamente te diré que nuestro plan no defraudará a los que con tanto interés suelen esperar estas fiestas.

Seguí­ en mi forcejeo para arrancar algo al buen Antonio, pero mí­ fracaso fue rotundo. Pero como querí­a hacer un reportaje para esta simpática revista, me encaminé por otras ví­as de información. Y como nunca faltan almas caritativas que le ayudan a uno a salir del atolladero, he aquí­ que di con quién algo sabe de lo que se prepara.

— Vamos a ver, tú que andas cerca de los encargados de la organización de las fiestas de San Fermin Txiki, estarás enterado ya de los detalles de los trabajos preliminares…?
— Por ser amigo, te diré lo que sé con respecto al particular, si me prometes guardar el secreto de ello, como si de un sumario se tratara.

— No faltaba más. ¡Ya conoces mi seriedad!
— Anota. Habrá juegos populares para los «mukizus», o sea, la gente menuda. Comparsa de Iñudes y Artzayas, que ha de gustar extraordinariamente. Concurso de acordeones, al que se invitará a todos los virtuosos de esta provincia, que, como sabes, son muchos. Música a pasto, o sea sin racionamiento. Y hasta tratan que el magní­fico Coro Maitea, de San Sebastián, vencedor en Llangollen, al mismo tiempo que el Coro Easo, dé un concierto. ¡Chico, esto es echar la casa por la ventana!

— Algo serio es todo lo que me dices. Si todo eso que me has dicho se consigue organizar, podemos estar orgullosos los vecinos de la calle de Blas de Lezo del rumbo con que se han organizado los festejos de este año. ¡A todo tren!
— Te repito que no trascienda porque se enfadarí­an los comisionados.
— Te prometo mi silencio. Deseo que el tiempo os acompañe, y que los comerciantes y vecinos no se muestren reacios en su cooperación monetaria.

Cuando el buen Antonio lea estas lí­neas pondrá el grito en el cielo por haber tirado de la manta antes de tiempo, contra su voluntad. Mas es tan sabroso el bocado que se prepara que ¡quién se resiste a airearlo para que todo el vecindario se prepare de antemano a disfrutar de estas espléndidas fiestas!

Aldapa