Los Tres Pasajes, nº 11, 1953
Imborrable ha de quedar en nuestra memoria el recuerdo de este 14 de Junio, en el que miles de jóvenes de toda la provincia, unidas por el ideal, nos dimos cita en ese maravilloso rincón que es Zarauz, para testimoniar nuestra fe y nuestra adhesión a las banderas de Acción Católica.
Aunque en las primeras horas, el tiempo no ofrecía muchas seguridades, nos fuimos reuniendo, llenas de alegría y optimismo, desafiando al día lluvioso, que, al final, se daba por vencido y nos permitió celebrar los actos con la mayor brillantez.
Un aspecto imponente presentaba a las 10 la explanada de Munoa (Miramar) en la que se celebró la misa de comunión, dirigiéndonos la palabra el consiliario nacional de la J. F. A. C., D. Fernando Ferris, y el delegado diocesano Dr. D. Jaime Sáez que nos hicieron vibrar con la explicación de nuestro lema: «seréis luz que ilumine».
Haciéndose después la ofrenda de todos los centros y la bendición de los cirios, por Pasajes, nuestra presidenta, Ignacita Echave, ofreció la simbólica vela.
Hacia el mediodía, llegó el Excmo. Sr. Obispo, haciéndosele un entusiástico recibimiento. Los aplausos se redoblaron después, cuando escuchamos su vibrante exhortación, que nos dejó muy emocionadas. También aplaudimos, con entusiasmo, las palabras que nos dirigió Mari Pepa Vignau, del Consejo Diocesano de las Jóvenes de Acción Católica.
Hubo, también, otros actos simpáticos; tales como diversos bailes folklóricos y la actuación del coro femenino «Stella Maris», que interpretó un escogido programa.
La comida transcurrió en un estupendo ambiente de alegre camaradería.
A las 5,30, se celebró la gran procesión eucarística, que recorrió todo el pueblo. A la terminación, el Sr. Obispo dio la bendición, con el Santísimo.
Finalmente, celebróse el gran acto de despedida, haciéndose la ofrenda de todos los centros en favor del Seminario; por Pasajes, la hicieron Mari Esther Población y Ana Marí Pérez, ataviadas con los trajes típicos del país. A continuación, el Sr. Obispo hizo la donación a cada centro de un rosario, dándonos a entender que el rezo diario de éste será la fuerza que nos haga mantener encendida esta luz de nuestro corazón que tiene que iluminar a los demás.
Seguidamente, se dio lectura a un telegrama del Papa a las jóvenes católicas guipuzcoanas, felicitándonos por la gran concentración celebrada, así como otro, que nos conmovió profundamente, de las enfermas del Sanatorio de Ntra. Sra. De las Mercedes, ofreciendo sus sufrimientos por el fruto de la campaña de formación de las jóvenes.
Por último, el Sr. Obispo despidióse, felicitando a todas por haber contribuido con nuestra asistencia a la mayor brillantez de los actos y exhortándonos a continuar la lucha por nuestro glorioso ideal.
Como epílogo de este memorable día, dicen que, al llegar a San Sebastián, algunas, se fueron a las Ferias, alegrando con su presencia las barracas que visitaban; y las demás, llegamos felizmente al «choco» dispuestas a hacer realidad las consignas recibidas en Zarauz.