Artí­culos Deportes

LA SOCIEDAD DEPORTIVA VICTORIO LUZURIAGA
PRESENTA TRIPULACIÓN EN LA CONCHA

Ciaboga, Año XXIX Núm. 29 Septiembre 1958
UNICA REVISTA ESPAÑOLA DE REGATAS
FUNDADA EN 1924

LA NUEVA SOCIEDAD DEPORTIVA «VICTORIO LUZURIAGA»
PRESENTA ESTE AÑO UNA TRIPULACIÓN
EN LAS REGATAS DE LA CONCHA
 

Al frente de la cual figura el notable patrón Ramón Arreseigor
Interesantes manifestaciones del presidente de la entidad,
el ingeniero señor Peironcely Aguirrebengoa
Desde el 7 de Mayo pasado, en que fue autorizada su constitución por el gobernador civil, tiene existencia legal en Pasajes Ancho la Sociedad Deportiva «Victorio Luzuriaga», nacida en el seno de la prestigiosa Empresa industrial de la misma localidad –y que, como se sabe, posee importantes ramificaciones en Lasarte, Renterí­a y Pasajes de San Pedro–, «Victorio Luzuriaga S. A.».
Para dar cuenta a todos los adheridos de la comunicación gubernativa que contení­a la referida autorización, la Comisión ejecutiva provisional convocó una Asamblea general, que tuvo lugar la tarde del 2 de Junio siguiente en un local de la Empresa.
A partir, pues, de esta última fecha comienza a funcionar de hecho la Sociedad Deportiva «Victorio Luzuriaga», siendo el primer acto soberano de la misma el nombramiento de Junta Directiva.
Esta quedó constituida por los siguientes elementos, todos ellos afectos a la empresa:

Presidente: D. Ramón Peironcely Aguirrebengoa, ingeniero industrial
Vicepresidente: D. Miguel Urreta Zulaica, quí­mico
Secretario: D. Ignacio Eguizabal Arocena, perito industrial
Tesorero: D. Marcos Loinaz Otegui, maestro de taller
Vocales: D. Ignacio Marí­a Urrecha Arriola, abogado; D. Ricardo Paniagua Calvo, analista; D. Luis Garcia Aristizabal, tornero; D. Genaro Amiano Arregui, moldeador; D. Ezequiel Vega Delgado, jefe de equipo; D. Ramón Aramburu Usabiaga y D. Ignacio Eguibar Pradera, delineantes; D. Francisco Sesé Gaztelumendi, empleado; D. Luis Garmendia Erausquin y D. Rufino Otegui Echeverria, maestros de taller; y las señoritas Marí­a Pilar Solchaga Garralda y Margarita Egaña Olaizola, empleada y especialista 1º, respectivamente.

CARACTERISTICAS, PROPOSITOS Y ASPIRACIONES
El presidente de la naciente Sociedad, señor Peironcely, joven y competente ingeniero industrial, ha tenido la amabilidad de informar a CIABOGA sobre las caracterí­sticas, propósitos y aspiraciones de aquella y nosotros vamos a trasladar seguidamente a nuestros lectores.
Aparece esta nueva entidad en el palanque deportivo provincial al calor de los éxitos obtenidos por la representación de la Empresa, primeramente en el Campeonato nacional laboral de «cross» celebrado en Santander durante uno de los primeros meses del año –certamen en que se clasificó en segundo lugar– y luego en los Campeonatos deportivos laborales, donde quedaron cuartos entre todos los de España y primeros de los de Guipúzcoa.
Contando, pues, con tan valiosos elementos que en atletismo, fútbol, pelota, etc., se hallaban capacitados para hacer un brillante papel, pronto surgió y cundió la idea de constituir una Sociedad que cobijarí­a, alentase y protegiera aquellas felices disposiciones para el deporte.

Pero como esta Sociedad necesitaba un nombre, pronto los paladines y gestores de ella solicitaron de la Dirección de la Empresa la oportuna autorización para poder utilizar el de «Victorio Luzuriaga», permiso que le fue otorgado, bien que tal concesión no implicase sometimiento ni dependencia de ninguna clase de la entidad deportiva a la Empresa industrial, por el momento al menos. Claro que, al ver la última con los mejores ojos el nacimiento de la otra, acertó a declarar a quienes acudieron a ella con la predicha demanda que podí­an contar, desde luego, con su apoyo y protección morales y materiales hasta tanto pudiera echar a andar por sus propias fuerzas. Ofrecimiento que agradecieron sinceramente quienes, en representación de todos sus compañeros, lo escucharon.

La Sociedad Deportiva «Victorio Luzuriaga» –entre cuyas más legí­timas aspiraciones figura la de convertirse pronto en Cultural también– cuenta actualmente con 800 socios de las 2.500 personas que entre técnicos, empleados administrativos y obreros trabajan para la Empresa «Victorio Luzuriaga, S.A.», y la cuota mensual es de cinco pesetas.
Para los primeros pasos se presupuestaron 20.000 pesetas, que fueron recaudadas mediante suscripción voluntaria entre el personal de la Empresa.

Otro deseo bien legí­timo de la Sociedad es disponer de un domicilio propio e independiente, deseo que –facultada para tal finalidad la Directiva en la Asamblea del 2 de Junio– será seguramente realidad venturosa para cuando el presente número de CIABOGA vea la luz pública.
Para esta finalidad concreta, la Sociedad Deportiva «Victorio Luzuriaga» ha tenido necesidad de concertar con la Caja de Ahorros de San Sebastián, mediante el aval de «Victorio Luzuriaga S.A.», un crédito de 100.000 pesetas.
La nueva Sociedad cultivará los principales deportes, a cuyo efecto se ha dado de alta en las respectivas Federaciones.

En la de Fútbol se ha inscripto con un equipo de 2ª categorí­a regional, abrigando el sano propósito de fomentar la cantera y poder dar en su dí­a jugadores a la Real Sociedad. Los aficionados donostiarras están en la obligación de agradecer anticipadamente tan magní­ficas intenciones.
También entra en sus cálculos, para un mañana no lejano, organizar una Sección Femenina –en la Empresa tienen cotidiana ocupación unas 500 mujeres– en la que puedan cultivar el baloncesto, el balón a mano, el montañismo, la natación, etc.

INQUIETUD REMERA Y PARTICIPACION EN LAS REGATAS DE TRAINERAS
Veamos ahora lo que nos dice el señor Peironcely acerca de las inquietudes remeras de la Sociedad que él preside y de la participación de una tripulación representativa de la misma en las regatas de traineras de este año.
–Mire…. –comienza– En nuestra Empresa hay muchos remeros y, sobre todo atletas. Ya se sabe que en un verdadero atleta existe un remero en potencia. Total, que un dí­a se me presentaron, inopinadamente, unos cuantos de esos atletas y remeros diciéndome que estarí­an dispuestos a participar en la Concha, a cuyo efecto sólo necesitaban una trainera y un patrón. Tenemos muchachos que ya han remado por Pasajes, por Renterí­a, por Lasarte… Muy buena gente y abundante. Hasta el punto de que nos podemos permitir el lujo de decir que tres de los «nuestros» –Legorburu, Sagarzazu y Salaverria– figuran este año en la tripulación A de San Juan, y en la B, la del «Club Deportivo Yola» por lo menos otro, que yo recuerde… Todos ellos remarán con nosotros el año que viene. Con los que quedaban –4 de los Astilleros Luzuriaga, 6 de Lasarte, 2 de San Pedro y otros más…– hemos reunido hasta 17 muchachos, entre los que seleccionaremos, sin duda, una «bonita» tripulación que defenderá nuestros colores con todo entusiasmo.
–¿Podrí­a facilitarnos el nombre de esos 17 remeros?
–Con mucho gusto… Anote. (Y, extrayendo un papel cuadriculado de un bolsillo de la americana, nos va diciendo:) Fernando Aizpurua y Luis Michelena, que tienen 29 años y son los más viejos de todos; Manuel Salaverria y Manuel Illarramendi, de 28; uno, José Camino, de 27; tres de 26, Luis Garmendia, Ignacio Labaca y Juan Legorburu; Manuel Otamendi y Santiago Zumeta, de 24; Agustin Landa, de 23; Juan J. Passicot, de 22; José Marí­a Zubia y Miguel Arteaga, de 21; Juan Sieire y Francisco Azcue, de 19, y Pedro Anatol, que es el más joven, de 18. Un promedio de 24 años: la flor de la juventud.
–Con esa brillante tripulación, ¿Cuáles piensa que pueden ser las aspiraciones para este año de la representación de la Sociedad Deportiva «Victorio Luzuriaga» en las regatas de la Concha?
–Hacer un papel decoroso y contribuir al esplendor tradicional de la hermosa fiesta, un poco desteñida por varias causas durante los últimos años… Y de esta misma opinión participan nuestro delegado de remo y representante, Ignacio Eguibar, remero de «Ur-Kirolak», y nuestro asesor Leandro Iturralde, que remó también hace años con el «Amaikak-Bat» y nos ha ayudado muy eficazmente en las reparaciones de la trainera.
–Y… ¿el año que viene?
–El año que viene, ya veremos. Es probable que para entonces tengamos más aspiraciones. Para ello contamos, como es natural, con las promesas de apoyo que hemos recibido en nuestra Empresa.
–¿Quién es el patrón de la trainera este año?
–Iba a serlo José Galdos, que fue muchas veces remero y una sola –en 1955– patrón en la trainera donostiarra, y a las órdenes de este se efectuaron los primeros entrenamientos. Pero luego, por diferencias de criterio surgidas entre él y nuestra Comisión de Remo, llamamos al competentí­simo Ramón Arreseigor, que el año pasado ganó la bandera para Aguinaga. Y como nos arreglamos con él, él será el patrón de nuestra trainera en la primera salida que hagamos a la Concha.
–¿Se han entrenado a conciencia?
–Creo que si. Unos noventa minutos, a partir de las seis y media, muchas tardes. Pero no hemos tenido gran suerte con la trainera que nos ha tocado de las que dispone el C.A.T., la número 5. Se hallaba en un estado que daba pena. ¿Por qué no tendrán más cuidado en conservar mejor estas traineras que han costado tanto dinero? El otro dí­a tuvimos que achicarla cuatro veces durante el entrenamiento. También los remos que nos dieron estaban torcidos… En fin… una pena. Pero qué le vamos a hacer ya…
–¿Cómo han podido los muchachos combinar las hora de su trabajo en la factorí­a con las de los entrenamientos?
–Muy bien. Para ello, la Empresa ha dado toda clase de facilidades. Pero ni los remeros ni ninguno de los directivos de la Sociedad Deportiva pierde nunca ni un minuto de su habitual trabajo; lo que hace es buscar la fórmula de hacer compatibles las obligaciones laborales con las deportivas a fin de de que estas no queden desatendidas, pero que tampoco resulte perjudicada la Empresa por culpa del deporte.
–Y… una vez terminadas las regatas, con el resultado que sea, ¿qué piensan hacer, señor Peironcely?
–Pues… mire. Organizar para Octubre unas tripulaciones de trainerillas y bateles y comenzar a entrenarlas, con vistas a las regatas que vayan surgiendo. De este modo podremos contar con un plantel de remeros cada vez más capacitados y completos. Y… que cunda el ejemplo, por el esplendor de este viril deporte, tan de nuestra tierra.

Lucio Ulia