Los Tres Pasajes, nº 14, 1956
Magnífica obra, cuya necesidad se venia advirtiendo hacía tiempo, esa que ya está tocando a su fin cuando escribimos las presentes líneas. La separación de ambas direcciones en el trozo más estrecho de la carretera de San Sebastián a Pasajes era el complemento imprescindible para que a las obras de ampliación de la ruta general a Francia en los kilómetros más próximos a la capital de nuestra Provincia se les pudiera atribuir con toda justicia los calificativos más ponderativos. Un solo pero se les pudiera objetar, y es el de su lentitud: pero sea éste olvidado, ahora que tocan a su fin, en consideración a su extraordinaria envergadura. La separación de ambas direcciones en el trecho que comienza, según se viene de Donostia a Pasajes, unos metros más allá del apeadero de «Las escalerillas» y acaba casi ya en el alto de Buena Vista todo el mundo la refuta como un auténtico acierto que merece los máximos elogios. Nuestro compañero Ricardo Valverde ha obtenido esta expresiva perspectiva de la nueva doble carretera desde la terraza de la casa de los consignatarios, y creemos que es la primera que se obtiene de la magnífica obra. Los miles de turistas, tanto nacionales como extranjeros que la cruzarán este verano no han de tener sino alabanzas para ella. La Empresa constructora «Termac» está dando a su cometido los últimos toques, y será cuestión de días solamente el abrirla al tráfico en su totalidad. Un aplauso para los ideadores y para los realizadores de obra tan necesaria e importante; aplauso que haremos extensivo con la mayor complacencia, a la Compañía de los Trolebuses San Sebastián-Rentería el día que se construya, en beneficio de los usuarios de la línea, una visera protectora del sol y de la lluvia en la parada-apeadero de «Las escalerillas», para los viajeros que vienen hacia Pasajes y Rentería. Una visera o marquesina que tienen ya hace tiempo los viajeros de la dirección contraria.