Los Tres Pasajes, nº 17, 1959
Todos nuestros lectores saben que nos estamos refiriendo a la de diez pisos que se está levantando en el distrito de Ancho frente por frente de la parroquia y de la Plaza de España.
En mucho tiempo, probablemente para siempre –y de modo concreto mientras no sean modificadas las leyes actualmente vigentes en materia de construcción– Pasajes no podrá ver crecer en su jurisdicción municipal un edificio igual ni mucho menos más alto destinado a viviendas.
El solar donde estuvo «La Marta» ha tenido, sucesivamente, los siguientes propietarios: la familia Urchueguía –cuyos actuales descendientes residen en Valencia–; los señores García de Andoain y los señores Leiceaga hermanos.
Sobre el tal solar, que tiene una superficie de 300 metros cuadrados, se dieron comienzo en junio de 1.958, como queda consignado, las obras de cimentación del nuevo edificio. Y tras ellas, en Agosto del mismo año, las relativas a la estructura de hormigón del mismo.
Es propietario actual del solar y de la casa en construcción el conocido contratista de Pasajes don José María Oyarzábal Urbieta. Y autor del proyecto, el prestigioso arquitecto donostiarra don Isidro Setién Alberro, a cuyas órdenes actúa, con la inteligente competencia que le es proverbial el aparejador don Pedro María Lapazarán, convecino nuestro también y querido amigo
El nuevo edificio, cuya construcción sigue con atenta curiosidad todo el vecindario, constará de diez pisos, más un remate en forma de torreta, tipo «estudio».
Los pisos, del primero al sexto inclusive, serán iguales y constarán de dos viviendas cada uno, que, a su vez, tendrán los siguientes huecos: cinco habitaciones, comedor, water de servicio, baño, despensa y cocina.
Los del séptimo al décimo inclusive son, en cambio, de dos tipos diferentes, uno de cada mano.
Los de la derecha comprenderán 4 habitaciones, baño y cocina.
De estos se diferenciarán los de la izquierda sólo en tener una habitación más.
Calculan los técnicos que la casa más alta de Pasajes podrá estar para Septiembre venidero terminada y en condiciones de ser habitada.
Una de las viviendas de los pisos bajos está reservada para el propietario del edificio, D. José María Oyarzábal.