Sucesos

SUSCRIPCIONES

La Voz de Guipúzcoa, 1890-04-30

En la mañana de ayer se trasladó nuestro director a la vecina villa de Irún, avistándose con algunos de nuestros amigos, que no necesitan ciertamente de excitaciones ajenas para ejercer la caridad, pero merced a las cuales se ha abierto una suscripción en aquella villa, cuyas listas publicaremos oportunamente, sobre la que más arriba puede verse.
Nuestro distinguido amigo, el alcalde de Irún, Sr. Guerendiain, y con él cuantas personas de influencia puedan contribuir al mejor éxito de tan caritativa obra, se han prestado gustosas a realizar una recaudación que engrosará las que se vienen haciendo a favor de las desgraciadas familias de los náufragos.

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RECTIFICACIÓN SOBRE PIEDRA

El Guipuzcoano, 1890-08-14

Se nos ruega, y lo hacemos gustosos, que rectifiquemos la noticia que dimos referente a que en una expedición recibida por vapor desde Pasajes a Burdeos por la casa Henri Davis de este último punto, se halló en una caja de conservas una enorme piedra en vez de la mercancí­a señalada en la factura.
No dijimos nosotros en nuestro suelto que el hecho se hubiera efectuado en Pasajes. Advertimos lo que se nos comunicó por persona para nosotros fidedigna y en absoluto respetable.
Ahora bien, se nos afirma por la Sociedad de Fomento que está segura de que el posible engaño no se ha practicado en Pasajes, y esto no lo pusimos nosotros en duda.
Alegrámonos, por lo demás, de esta afirmación de los señores administradores de la Sociedad del Puerto de Pasajes, de los cuales no en vano dijimos que estábamos seguros de que por sus constantes desvelos y por el excelente personal de que han sabido rodearse, no podí­a haber tenido efecto el engaño en el puerto.
Convendrá, por lo tanto, que la Sociedad tome sus precauciones y revise las cajas que se le confí­an. De esta suerte, ninguna falta podrá nunca serle imputada, y en ello ganará el buen nombre del puerto de Pasajes y su administración.

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PORMENORES

La Voz de Guipúzcoa, 1890-05-08

El señor alcalde de Irún D. Nicolás Guerendiain nos ha hecho entrega de mil noventa y ocho pesetas, importe de lo recaudado en aquella villa, cuya última lista publicamos hoy.
En Pasajes de San Juan se han recaudado 77 pesetas más, que obran en poder del alcalde de aquel pueblo, Sr. Minondo.
En la presente semana quedará cerrada la suscripción abierta en nuestras columnas

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PORMENORES

La Voz de Guipúzcoa, 1890-05-08

El señor alcalde de Irún D. Nicolás Guerendiain nos ha hecho entrega de mil noventa y ocho pesetas, importe de lo recaudado en aquella villa, cuya última lista publicamos hoy.
En Pasajes de San Juan se han recaudado 77 pesetas más, que obran en poder del alcalde de aquel pueblo, Sr. Minondo.
En la presente semana quedará cerrada la suscripción abierta en nuestras columnas

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Los Náufragos de Pasajes

El Fuerista, 1890-04-30

En máquina ya el número de ayer, recibimos la siguiente nota:

«Alcaldí­a de la N. y L. Villa de Pasajes de San Juan, 29 de abril de 1890.
Sr. Director de El Fuerista.

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EL CRIMEN DE ANCHO

La Unión Liberal, 1890-03-19

I
De cómo se cometió

La noticia de un asesinato, y de un asesinato en que interviene como instrumento del crimen la navaja, circulaba tan raras veces en nuestro paí­s, que el cometido en el vecino barrio de Ancho el 21 de Julio último, produjo extraordinaria sensación.
Durante varios dí­as no se habló de otra cosa en nuestra pací­fica ciudad.
El crimen, sin embargo, grave indudablemente, no revistió tales caracteres que pueda compararse a otros que en estos últimos años han hecho época en las ansias de la maldad humana, como por ejemplo, los de Archidona, Nava de Roa, Opañol, calle de Fuencarral, Orbaiceta, etc., etc.

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Potí­n abandonado

El Guipuzcoano, 1890-05-02

El vigí­a del Puerto de Bayona vio ayer que sobre las olas flotaba una embarcación abandonada, que desde luego supuso fuese una de las que debieron perderse en el último terrible temporal.
El estado del mar no permitió en aquel dí­a salir en su busca y salvamento. Al siguiente, cuando pudo irse en su busca, la embarcación hallábase ya completamente destrozada.
Supúsose, desde luego, que la lancha fuese el potí­n en que habí­an embarcado los desgraciados náufragos de Pasajes, y un barco velero que salió de Bayona con rumbo a Pasajes tomó a su bordo un pedazo del casco del que se suponí­a potí­n de la matrí­cula del vecino puerto.
Con efecto, varios marineros de Pasajes han reconocido el casco como del indicado potí­n, y se están haciendo indagaciones para llegar al pleno convencimiento de la que sea la embarcación perdida.
En cuanto a los cuerpos de los infelices náufragos, no han aparecido aún por parte alguna.
Además, en las inmediaciones del puerto de Pasajes, varias embarcaciones han encontrado algunos remos, que se supone pertenezcan a varias de las lanchas costeras que se vieron en aprieto durante el último temporal.
Se han dado las oportunas órdenes para que estos remos sean recogidos.

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PEZ MONSTRUOSO

El Guipuzcoano, 1890-05-07

Los pescadores de Pasajes nos proporcionaron ayer una noticia muy curiosa.
Dicen que el 25 del mes pasado, los tripulantes de una lancha de San Pedro, vieron al Noroeste de la entrada del puerto, y como a dos millas de distancia del mismo, un pez enorme, delante del cual nadaban innumerables golfines. De cuando en cuando, dicho pez daba espantosos rugidos, que se oí­an a gran distancia.
Según los pescadores a que nos referimos, no es sólo el dí­a mencionado el en que han visto el pez monstruoso. Cuentan que los tripulantes de una lancha, que se dedicaba á la pesca por la noche, atemorizáronse una de éstas al oí­r los rugidos de un pez muy grande; y agregan que, no obstante, de que remaron briosamente, para alejarse del sitio en que parecí­an surgir los rugidos, éstos sonaban más inmediatos, cual si los persiguiese el monstruo marino a quien los atribuí­an. De repente, cesaron los rugidos, y los pescadores sintieron el fuerte rumor que producen, al agitarse con violencia, las aletas de los grandes peces, por lo cual presumieron aquéllos que uno de éstos hubiese encallado en algún bajo de la mar, durante la pequeña marea de la misma.
Y si, lector, dijeres ser comento,
como me lo contaron te lo cuento.

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EL TEMPORAL

El Guipuzcoano, 1890-04-27

Los naufragios de Pasajes

Hondamente impresionados con el conocimiento de la triste verdad regresamos ayer de Pasajes, donde acudimos con el afán de poner término a la cruel incertidumbre que nos embargaba igualmente que a los que sabí­an la noticia de que al anochecer de anteayer no habí­a regresado a aquel puerto una lancha con cinco tripulantes sorprendida por el temporal.
Trasladámonos a Pasajes de San Juan, de donde eran los tripulantes, y allí­ pudimos enterarnos de cuanto habí­a de cierto sobre el extremo que allí­ nos condujo.
¡La población marinera de Pasajes de San Juan cuenta, con efecto, con cinco ví­ctimas más, y en aquel puerto vierten lágrimas de dolor varias desconsoladas viudas y numerosos huérfanos!

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EL CRIMEN DE ANCHO (La Unión Liberal II)

La Unión Liberal, 1889-07-23

A las doce de la noche falleció la desgraciada estanquera de Ancho (Alza), Manuela Antí­a, herida gravemente en la tarde de ayer por Basilio Vallejo. Hasta el último momento conservó su conocimiento y daba honda pena a todos cuantos la rodeaban su inmenso dolor por dejar huérfana a su hija de 11 años.
El Basilio Vallejo fue echado del cuerpo de miqueletes hace más de un año por su mala conducta, y no han sido los celos causa determinante de su crimen, sino el no poder conseguir que la finada Antí­a satisfaciera sus exigencias de dinero. La desgraciada estanquera era muy apreciada en el barrio de Ancho y ha pagado muy duramente la debilidad que tuvo por ese hombre.
La niña no esttaba presente cuando se cometió el crimen, e ignoraba la desgracia ocurrida, porque con celo laudable y humanitario fue recogida a casa del señor Ostolaza, juez municipal de Alza, que procedió con actividad a formalizar las primeras diligencias. El médico señor Casares asistió a la herida con esmerada solicitud, sin separarse de su lado hasta que expiró, y prodigándole los posibles alivios en su desesperada situación.
Momentos antes de las doce, hora en que estuvimos en Ancho, era unánime el sentimiento entre aquellos vecinos para anatematizar el acto salvaje de Vallejo, quien conpró en Renterí­a la navaja con que llevó a cabo su crimen, en la misma tarde de ayer.
Causaba indignación en todos los viajeros de los tranví­as que cruzaron en el camino con el homicida, el ver su actitud descarada e insolente cuando vení­a conducido a esta ciudad por miqueletes.