Los Tres Pasajes, nº 18, 1960
Además del futbol,
la Sociedad deportiva representativa de nuestra Villa
cultiva el pedestrismo, el remo y el ciclismo dentro de la categoría juvenil
Me pide usted, señor Ureña, unas líneas para su revista LOS TRES PASAJES a modo de diálogo; y en verdad le digo que no me es muy agradable la fórmula, por cuanto que uno, modesto cronista deportivo en la localidad de La Voz de España, ha hecho ya esta serie de comentarios, estando en el lado suyo, el cual es considerablemente mucho más sencillo. Pero, en fin, como lo que usted me pide es ya tradición en su revista y este año yo soy la “víctima”, correremos con la labor por bien del C. D. Pasajes, el cual necesita airearse con claridad de acción para sus señores socios y simpatizantes.
Así, que pregunte, don Luis.
— Presidente del Club, ¿cómo y por qué?
— El motivo de estar yo en la presidencia del Club pasaitarra ha sido un poco circunstancial. Por motivos familiares, no estaba yo en disposición para tomar el referido cargo. Se hicieron tres asambleas y el escaso público que acudió a ellas me nombró, sin que yo aceptase por las razones expuestas. La cosa no era «una pera en dulce». El equipo se hallaba descendido a segunda regional. Para seguir en la referida categoría, correspondía jugar los encuentros de Eibar, Elgoibar, Vitoria (2 veces), Arechavaleta, Azpeitia, Azcoitia, Oñate y uno en San Sebastián, teniendo como campo propio el de Herrera. Ello da idea de lo costosísimo del campeonato por sus desplazamientos, con el campo herreratarra nulo a efectos de taquilla y con un balance económico nada risueño para el Club.
— Bueno, y ¿cómo se resolvió la papeleta?…
— Pues, como el día siguiente al de la última asamblea era el término del plazo que, por un poco de consideración al Club, había dado la Federación para el ser o no ser del C. D. Pasajes, me lié la manta a la cabeza, como vulgarmente se suele decir, y fui a ella en busca de una fórmula que salvase al Club.
— Y ésta fue…
— La categoría juvenil. La más modesta de los equipos federados, pero la única exigible a nuestro Club, porque Pasajes, hoy por hoy, no puede, sin campo de deportes –posiblemente en España único pueblo que, con sus 16.000 habitantes, no lo posea– no puede defenderse económicamente en otras categorías, aunque sí haya dentro de la localidad jugadores para formar un buen equipo hasta en Tercera División; pero, amigo, estos también se van a donde pagan, y como aquí no se puede…
— No fue muy halagadora la marcha del equi¬po juvenil, ¿verdad?
— Pues verá: para el que ve las cosas desde fuera, no fue nada buena; pero para quienes la hemos tenido que vivir, nada descorazonadora. Por los motivos expuestos, al inscribir al Club en la Federación sólo quedaba una semana para realizar los fichajes de los jugadores. Como es natural, ya poco aceptable podía quedar en libertad; y así, con Josecho Trecu, hacia el que tengo mucho agradecimiento por la colaboración que me prestó en aquellos momentos, logramos conjuntar un equipo que siguiese representando a Pasajes en el ámbito futbolístico guipuzcoano. ¿Juvenil? No importaba; el caso era no fenecer. Para esta próxima temporada ya hay más tiempo, aparte de contar ya en el plantel de jugadores con varios de la pasada que entran en la edad reglamentaria, y son los que más destacaron con posibilidades futbolísticas. En fin, procuraremos satisfacer con más éxitos a nuestros socios y simpatizantes.
— Pero ahora, el Pasajes cultiva otros deportes además de futbol…
— En efecto. Un club deportivo debe desarrollar también otras actividades, y así, en la actualidad se practican en él, el atletismo, el remo y el ciclismo, quedando abierta la sociedad para todos los deportes que se puedan practicar.
— Y… ya que hemos hablado de futbol, amigo Tomás, ¿no le parece que demos a conocer al lector la marcha de esas otras especialidades?
— No tengo ningún inconveniente, pues, como le he dicho al principio, creo que es muy necesario airear, y repito la palabra, que Pasajes sepa que tiene un Club Deportivo que vela por sus hijos en la sana faceta del deporte. El primer deporte que hemos iniciado ha sido el atletismo, en categoría también juvenil, pues, como es natural, no se puede empezar un edificio sino por la cimentación. Se formó un aceptable conjunto de «cross» de diez corredores, que participó en diversas pruebas, obteniendo honrosos resultados en San Pedro, Hernani, San Juan (aquí se consiguieron dos trofeos, uno por ser primeros por equipos y otro en posesión para el vencedor de dos años consecutivos) Herrera, Ancho, etc.
— ¿Qué corredores han sido los más destacados?
— Podemos decir que todos pusieron mucha voluntad, pero los de mejor puntuación fueron Calvo, los hermanos Iparraguirre, Ansó (sintiéndose mucho la marcha de éste a Alemania en plena temporada de «cross», sentimiento que quedó compensado al enviarnos su diploma de vencedor en una carrera de 1,000 metros, representando a un equipo de Hamburgo, pero con el escudo del Pasajes en el pecho). En otras especialidades atléticas se cuenta con los Aguirre, los Urquijo (hijos de campeones) los Burgui, los Miranda…
— ¿Alguna victoria de estos muchachos?
— Pues, francamente, para nosotros, y muy particularmente para quienes llevan su preparación, que son los entusiastas Iruretagoyena, Egaña y Echezarreta, su actuación ha sido muy satisfactoria, ya que de una labor que ha empezado en “pañales”, realizando los entrenamientos en lugares poco adecuados, se van viendo ahora los frutos, y así tenemos que en el torneo comarcal celebrado en San Juan y Tolosa, obtuvieron el primer puesto Aguirre en jabalina y el 2.º Urquijo en los 100 metros lisos, con unas marcas muy aceptables. En cuanto a Miranda, cuyo comienzo en el atletismo fue el cross, y en el cual no resultó, ha quedado finalista en los 400 metros vallas en el Stadium de Anoeta, esperándose de él una buena actuación para la final.
— ¿Qué otra gama deportiva ha seguido al atletismo?
— El remo. Este deporte, que es uno de los más duros y sacrificados, tuvo su comienzo en el Club por iniciativa de unos jóvenes que lo querían practicar. La Directiva accedió gustosa, comprando una trainerilla, que, por falta de lugar donde guarecerla, un temporal de viento nos la destrozó…
— ¡Qué lástima! Pero es que en Pasajes, ¿nadie podía cederles un lugar donde guardar una embarcación?
— Desde luego, contábamos con un local dentro de la localidad; pero es de comprender que una vez comenzados los entrenamientos, la embarcación tiene que estar lo más próxima al agua, sobre todo al otro lado de las vías del Norte, pues el andar yendo y viniendo con ella todos los días constituye un serio peligro. Hoy ya estamos en el relleno da la J. O. P. P. con una barraca hecha por los mismos remeros y directivos y gracias a unos señores industriales, los cuales nos han dado generosamente los materiales necesarios para su realización.
— ¿Qué actuaciones han tenido hasta el momento?…
— La primera salida remera que tuvo el Pasajes fue San Sebastián, con motivo de las fiestas donostiarras de Enero. Aunque para muchos pasase inadvertido, fue un éxito que nuestra tripulación entrase en segundo lugar contra dos de San Pedro y una de Trincherpe. Después, los chicos no abandonaron su preparación para la liga de trainerillas que se está celebrando, dentro de cuya primera manga llegamos los octavos entre diez participantes. En la segunda, y debido a una anomalía técnica (pagando novatadas que tiene el remo como todos los deportes al principio) se entró en último lugar. Después de todo, debe considerarse que también aquí somos principiantes y que nuestra tripulación es netamente anchotarra, menos el patrón, mientras que todos los demás participantes en esta liga son ya veteranos bogadores, maestros del remo, aun cuando algunos de ellos no nos lleven más que una mínima ventaja en la clasificación.
— ¿Supone, amigo Tomás, que el ánimo de los remeros decaerá?
— Yo espero que no; los Casal, los Cortajarena, los Echeverría, los Aguirre (estos dos últimos también directivos), Chimista y demás remeros cuentan con la plena colaboración de la Directiva, y es de esperar también que con el apoyo económico de toda la afición pasaitarra, que contribuirá con su óbolo, por modesto que sea, a llenar las hojas que a tal efecto se han colocado por los bares de la localidad.
— Muy bien; entonces, ahora sólo nos queda el ciclismo. ¿Verdad?
— Así es. Esta es la última especialidad que hemos adoptado, también en la categoría juvenil, que ya es bastante para empezar, pues el deporte de la bicicleta, económicamente, es muy difícil de sobrellevar por sí solo.
— Y, ¿cómo se las han arreglado ustedes?
— Pues gracias a la firma «Citrania», la cual, como empresa patrocinadora, nos ha costeado toda la vestimenta de siete corredores, aparte de otros gastos que ocasiona el ciclismo, que no son pocos.
— Deportivamente, ¿qué tal se ha dado esto del ciclismo?
— Se ha participado en varias carreras, y aunque la verdad es que no se ha conseguido aún ningún trofeo, sí podemos decir que los chicos se han clasificado muy bien en todas las pruebas, y que se advierte en ellos una evidente marcha ascendente, gracias a la colaboración prestada por un entusiasta da la bicicleta, cual es Ignacio Olasagasti.
— ¿Algún proyecto interesante sobre este deporte?
— Tenemos en estudio de presupuesto, en colaboración con el Ayuntamiento, organizar unas carreras de puntuación y eliminatorias el día de San Fermín, y hacia fines de Agosto o Septiembre, otra carrera en ruta. Todo ello, claro está, depende, como lo digo antes, de los presupuestos y de la ayuda que podamos tener de la industria y comercio pasaitarras.
— Muy bien. Y habiendo tocado ya todos los deportes que el Club ejercita, ¿tiene usted, amigo González, alguna otra cosa de particular para los lectores de nuestra revista?
— No, sino pedir a todo el vecindario pasaitarra que acoja con cariño unos Boletines que vamos a repartir por los domicilios como propuesta de inscribirse como socios del Club. Por lo menos, que sean leídas y respetadas; teniendo en cuenta que si nos hemos decidido a ello es por imperiosa necesidad para conseguir las metas ilusionadas que tenemos para el futuro del C. D. Pasajes.
— ¿Quiere, para terminar, darnos el nombre del equipo directivo gracias a cuyo entusiasmo juvenil se debe que el Pasajes haya despertado de su letargo y acoja en su seno a medio centenar de jóvenes, que, bien equipados, pueden dar todavía días de gloria deportiva al querido nombre de nuestra Villa?
— Tome usted nota. Ellos son: Joaquín Cortaberría, Carlos Ramírez, Tomás Iruretagoyena, Carmelo Egaña, Teófilo Alones, Pedro Izquierdo, Miguel Echezarreta, Manolo Echeverría, Vicente Aguirre, Andoni Cortajarena y Juancho Reguera (éste, ausente por estar cumpliendo sus deberes para con la patria.)
— Pues… muchas gracias por su amabilidad, querido presidente.