Los Tres Pasajes, nº 12, 1954
De todos es sabido que sábados, domingos y otros días festivos de entre semana un considerable gentío llena la Alameda de Ancho, atraído por la actuación de la banda de música que dirige el maestro Beteta en combinación alterna con la orquestina y la gramola. Es decir: que hay música a todo pasto, dando la impresión al ingenuo espectador de que el distrito anchotarra vive en constante fiesta.
Lo que mucha gente ignora es que estos frecuentes conciertos, gracias a los cuales la juventud bailarina pasa ratos muy agradables –mientras los «viejos» recordamos, con grata nostalgia, tiempos que ya no volverán…– pueden darse merced a la importante ayuda que presta a tal finalidad el gremio de bareros del distrito.
Recientemente, presumiendo que sus palabras podían tener interés para nuestros lectores, nos entrevistamos con uno de ellos, a quien reputamos mejor informado sobre el particular.
Tal fue nuestra conversación con él:
—¿Es cierta la cooperación directa de ustedes en la organización de estos bailes de la Alameda?
–Sí, señor, es cierta. Somos todos los dueños de los bares de la parte de Alza y Ancho quienes aportamos cantidades para sufragar los gastos que dichos bailes ocasionan; porque entendemos que la cosa es beneficiosa para el Municipio, para el público –que aún, de fuera viene a Pasajes, como si siempre estuviésemos en fiestas– y, como es natural, también, para nosotros, los bareros.
—Tales aportaciones ¿las vienen efectuando de antiguo?
–Le diré. Esta costumbre viene desde los tiempos en que era alcalde D. Carlos Yarza, cuya preocupación por el pueblo, en todos los aspectos, está en el ánimo de Pasajes entero.
—¿Encontraron dificultades para llegar al fin que perseguían?
–Sí; las hemos encontrado, y… ¡de peso! y cuente que todavía no hemos llegado al final… A nuestro grupo le cuesta mil pesetas por domingo, más 175 por cada sábado; puesto que desde el sábado de Gloria alternan en la Alameda la orquestina y la gramola.
—¿Buena disposición en el Ayuntamiento en cuanto a colaboración?
–No podemos quejarnos sobre este punto. D. Pascual Ribate, como Alcalde del distrito, pone gran interés y entusiasmo por ayudarnos; y esta cooperación no hay qué dudar que repercute y seguirá repercutiendo en el éxito de una empresa en la que todos ponemos nuestro más sincero entusiasmo.
—¿Algún proyecto nuevo, alguna idea?
–¡Ya lo creo! Por de pronto, tenemos en estudio la forma de invitar a los jóvenes bailarines a que abonen solamente una peseta por tarde; en reciprocidad, se les entregará un boleto con un número, el cual entrará en el sorteo de una rifa.
—¿Qué se hará con el producto de tal recaudación?
–Pues… un 50 por ciento se destinará al Asilo de ancianos. El resto se empleará en perfeccionar ciertos detalles y en la realización de ideas que vayan surgiendo.
—Dijo usted antes: «No podemos quejarnos sobre este punto». ¿Es que hay algún otro sobre el que puedan tener queja?
–Verá usted. Durante un año hemos estado enfrentados con el Ayuntamiento, porque éste quería recaudar una cantidad que superara al millón de pesetas. Pero, parece que, al final, se llegará a un arreglo, a base, claro es, de una cifra menor. Nosotros confiamos en que el Ayuntamiento será más benigno este año y los venideros; pues en este sentido contamos con la promesa formal y personal del Alcalde, D. Andrés Aramendi,
—Y el público, que se beneficia o puede beneficiarse de estos «cotillones» populares, ¿qué dice de todo esto?
–El público, generalmente, no se preocupa de estas cuestiones; y si alguna vez lo hace, es para quejarse de que tal o cuál cosa es cara; sin reparar en las cargas que pesan sobre los bares y que imposibilitan el normal funcionamiento de estos. Nosotros, que vemos y soportamos el peso que cae sobre nuestras espaldas, miraríamos con los mejores ojos que las Corporaciones, al tiempo que velan por el constante y progresivo saneamiento de sus presupuestos, velasen, también, por los comerciantes e industriales de su jurisdicción, no cargándoles tributos excesivos, desproporcionados a sus auténticas posibilidades, que les ahoguen económicamente.
—¿Algún proyecto inmediato más?
–El de unirnos todos hasta los límites más estrechos y cooperar en todo momento con las autoridades para sostener lo hecho hasta la fecha, que sirva de base de nuevas realizaciones de carácter constructivo, nunca destructivo.
Aquí tiene término el diálogo de un redactor de LOS TRES PASAJES con el dueño de uno de los más antiguos e importantes bares de Ancho, que ha hablado en nombre de todos ellos.
Por nuestra parte, les deseamos mucho acierto y éxito en sus gestiones, a fin de que la Alameda de Ancho siga tan animada como hasta ahora lo ha estado, los sábados, domingos y otros días festivos de la semana.
BUL