Los Tres Pasajes, nº 12, 1954

Desde el 15 de noviembre pasado,
los trolebuses no han vuelto a entrar en Ancho

MENOS AUTOBUSES, MENOS PARADAS… PEOR SERVICIO
Y AGLOMERACIONES, COLAS INACABABLES Y DISGUSTO GENERAL

Foto de actualidad obtenida por nuestro compañero Ricardo Valverde el jueves 3 del corriente. Y decimos de actualidad, porque se repite todos los dí­as a determinadas horas. El público –paciente y sufrido público, pagano de todos los desaciertos y arbitrariedades ajenos– se estaciona junto al bordillo de la acera, distrayendo el mal humor de la incómoda y a veces larga espera a pie firme leyendo un diario o una novela del «Coyote» o desgranando intrascendentes comentarios sobre el Campeonato del Mundo de Fútbol o los sucesos bélicos de la lejana Indochina…
Ya pueden tener ustedes el tiempo contado o precisión de coordinar sus minutos para llegar oportunamente a un mandado u otra obligación ineludible –por ejemplo, el taller, la fábrica o la oficina: citas sagradas con «el pan nuestro de cada dí­a»…– que ya se encontrará en su camino una serie inacabable de obstáculos y trastornos… comenzando por ésta de la interminable cola de los trolebuses, derivada de la no entrada de estos vehí­culos en el casco de Ancho, y de la reducción de los autobuses complementarios a Renterí­a y de las paradas de los primeros en la zona anchotarra.

Nuestra condición de revista eminentemente pasaitarra nos despoja automáticamente de la necesaria ecuanimidad para enjuiciar el pleito pendiente entre la Compañí­a de los trolebuses y el Ayuntamiento de la Villa. (En otro lugar de este mismo número publica LOS TRES PASAJES la referencia oficial del litigio explicada por el teniente de Alcalde D. Pascual Ribate). Nos limitamos, pues, a deplorar el estado de cosas presente y a reconocer que el público tiene derecho a un mí­nimo de atenciones y comodidades; sobre todo, cuando los, servicios se le prestan a un precio que parece que se le guardan las primeras y se le prodigan las segundas…
El domingo 15 de Noviembre de 1953, por la noche, entró el último trolebús en el casco de Pasajes. Al dí­a siguiente tuvieron comienzo los padecimientos de los usuarios de la lí­nea de aquéllos. ¿Cuánto tendrán fin? Ellos suspiran por que sea pronto…

En nuestro número de 1952 publicamos la foto del primer trolebús que entró en Pasajes; y, con ella, unas palabras, sinceramente sentidas, de bien venida al nuevo servido, implantado el 1 de Abril de aquel mismo año.
Pero –escépticos y escarmentados de cómo son de inconsecuentes y frágiles las cosas en esta vida– aventurábamos la suposición de que, con el correr de los dí­as llegara uno en el cual echáramos de menos «los atortugados y trepidantes tranví­as».
Y, tal como se han deslizado los hechos, tentados estamos de reconocer que, efectivamente, los hemos de recordar con condolida y lacrimeante nostalgia…