Los Tres Pasajes, nº 8, 1950

Y la Tómbola, que para tal fin celebra estos “sanfermines”,
el gran éxito que se merece.

Tiene todas las trazas de ser pronto un hecho el eterno sueño del Pasajes deportivo: la posesión en propiedad de un campo de fútbol. Y va a corresponderle al «C. D. Pasajes» semejante ventura. Reciente la magní­fica labor del equipo representativo de la Villa, que ha culminado en la conquista de la Copa Guipúzcoa, hecho que ha puesto de manifiesto la madurez del fútbol pasaitarra y ha evidenciado la cada dí­a más perentoria necesidad de que Pasajes tenga su terreno de juego.

Pero en la presente oportunidad, el planteamiento de la necesidad de un campo coincide con el momento álgido de las gestiones encaminadas al logro decisivo de esta soñada ilusión.
Decimos que va a corresponderle al «C. D. Pasajes» semejante ventura, porque estamos persuadidos de que la cosa va ahora en serio. Tan en serio, que es cuestión ya de breves fechas —-en el momento que escribimos las presentes lí­neas—- la firma del oportuno contrato de adquisición del terreno donde el campo ha de erigirse.
Este terreno —-de unos 13.000 metros cuadrados—- es propiedad de D. Victorio Luzuriaga y se encuentra en el término de Molinao, más allá de los depósitos de la Campsa, a mano derecha del camino que parte de dichos depósitos.
La compra del mismo, más las obras que en él han de realizarse para transformarlo en lo que se desea, con todas las dependencias y servicios inherentes a un verdadero campo de fútbol, supondrá una cifra de pesetas muy aproximada al millón y medio.

¿Mucho dinero? Desde luego. Pero la Directiva del C. D. Pasajes, que posee la fórmula teórica para arbitrárselo, cuenta con muy valiosas promesas de entidades y particulares de la Villa, al frente de todos los cuales figura el propio Ayuntamiento que preside D. Carlos Yarza, y aún de fuera de ella, entre las que se encuentran las Federaciones Nacional y Guipuzcoana de fútbol y la Delegación Nacional de Deportes.
La posesión por Pasajes de un campo de fútbol es cuestión que interesa a todo el pueblo pasaitarra, apreciada esta cuestión a través de los más variados prismas, primordialmente, como es de .razón, el deportivo ya que sin él no sólo vivirí­an el fútbol y la afición de Pasajes una existencia lánguida sino que hasta correrí­an el riesgo de fenecer dentro de un plazo mayor o menor.
Por esta circunstancia, la afición deportiva pasaitarra, su comercio, el vecindario en general e incluso, la representación municipal de la Villa, respaldan con el mayor entusiasmo las ilusiones del C. D. Pasajes.

Este entusiasmo se ha de patentizar, en el éxito que ha de tener, sin duda, la tómbola que para estos «sanfermines» y a beneficio de su campo de fútbol ha organizado la Sociedad representativa del deporte local. No ha de quedar un solo vecino —-chico o grande, varón o mujer—- que no adquiera cuando menos un boleto, persuadido de que de este modo contribuye con su granito de arena a la empresa gigante que es común a todos.
Las obras, una vez firmada la escritura de adquisición del campo de Molinao, darán comienzo en Agosto próximo, concluyéndose, según los cálculos de los técnicos, para Abril de 1951.

Cumple dar cima a este bello sueño del campo de fútbol a la junta Directiva del C. D. Pasajes recientemente constituida y que componen los entusiastas señores siguientes:
Presidente: D. Juan Manrique:
Vice–presidente: D. Antonio Ferreres.
Secretario: D. Felipe Sánchez Lafuente. .
Vice–secretario: D. Tomás González.
Tesorero: D. Manuel Anso
Contador: D. Tomás Cereijo
Vocales: D. Tomás Zabaleta y D. Andrés Martí­nez