Los Tres Pasajes, nº 11, 1953
D. Julián Trueba e Iceta
Comenzaremos nuestra crónica anual de la Sociedad pasaitarra de caza y pesca, con la triste noticia del fallecimiento de su digno presidente, D. Julián Trueba e Iceta, acaecido el 20 de Septiembre del año pasado.
El finado, socio gerente de “Hijos de Juan Sans, S. L.”, era persona caballerosa, inteligente y recta en todos sus actos; y por lo que respecta a “Galeperra”, dúctil, armonizadora de tendencias y pareceres y hábil en el ejercicio de su mandato presidencial.
Todos los socios de “Galeperra” le querían entrañablemente como amigo y respetábanle como presidente. En la conducción de su cadáver y en sus funerales pusiéronse bien de manifiesto los profundos y extensos afectos que supo conquistarse como particular, como industrial y como deportista D. Julián Trueba é Iceta, a cuya esposa, hijo D. Jaime –querido amigo también y consocio de “Galeperra”– y demás familia, hacemos presente mediante estas líneas la expresión de nuestra sincera condolencia.
Nueva directiva
A primeros de año, y para reemplazar a la saliente, fue designada la siguiente Junta directiva, cuyo nombramiento recibió oportunamente la aprobación de la superioridad:
Presidente, D. Ricardo Valverde Labayen
Vice-presidente, D. L. Garmendia Erausquin
Secretario, D. H. González Fernández
Tesorero, D, Tomás Echeveste Ormazábal
Contador, D. P. Turqueti Gambates
Vocales, D. S. Urquijo Umberrenteguía, D. J. Arrese Mancisidor, D. P. Picavea Bengoechea, D. Santiago Vélez de Mendizábal
Gente nueva, sana y animosa, a cuyo frente figura persona tan conocida y estimada y de tanta solvencia moral como nuestro querido amigo y entusiasta colaborador de LOS TRES PASAJES desde el nacimiento mismo de nuestra revista (año 1943), Ricardo Valverde, todos los cazadores y pescadores afiliados a “Galeperra” esperan de su actual Junta directiva una labor, aunque callada, eficiente y práctica para la marcha progresiva de la Sociedad.
Varias excursiones: Ujué, Belate Sierra de Cameros
En el transcurso de un año y en las épocas que son propicias para ello, diferentes grupos de “galeperristas” han efectuado excursiones cinegéticas a Ujué (perdices), Belate (palomas) y Sierra de Cameros (jabalíes).
De la primera, uno de los cazadores de la expedición, que firma su pintoresco trabajo simplemente con una letra, la “G.”, da a los lectores la siguiente referencia:
«Para la hora convenida, fuéronse congregando los componentes del grupo del “Lápiz negro”, compuesto por expertos cazadores de “Galeperra” a fin de dar una batida a la perdiz en el pueblo de Ujué (Navarra). Salimos, y… tras un viaje feliz, la llegada fue fresca: frío y ventisca. Para colmo, nos encontramos sin luz: costumbre o acaso fuerza mayor de los pueblos.
Aquí empezó la broma. Cada cual, revisando las mochilas, procuró hallar su ya condimentada cena; por esto, gracias a las respectivas “echekoandres”, hubo quien cenó en “plan” vegetariano, tal como pollo y medio, y aún alegaba inapetencia. En buena hermandad, cenamos con el consabido humor, y en su transcurso, no faltaron las apuestas de que “si mato tantas”, y el otro mataba ya con los ojos cerrados. Pero así no quedó, ya que casi matan a los buenos de Valverde y Santiago; consecuencia todo de las camas aéreas con que nos encontramos, ya que, de madrugada, hubo quiénes se dedicaron a jugar con los hogareños aviones, y esto lo realizaban los revoltosos de Ignacio y Tomás, yendo a caer lo peor sobre los ya citados Ricardo y Vélez de Mendizabal; y éste, revuelto entre sábanas, y que le tiran de un lado y otro, nos parecía hallarnos ante una exhibición de aereomodelismo, tanto que Santi echó mano al cinto para ver si era posible capotar…
Y desde estas líneas, nuestro agradecimiento a los vecinos de Ujué por la buena acogida que nos dispensaron.
Muy temprano, casi a oscuras, con todo bien preparado, salimos camino al punto fijado para cazar, con tan buena fortuna, que a los pocos minutos, un disparo y noticia: Santi Urquijo ha cobrado la primera pieza, una hermosa liebre; y acto seguido Egaña una perdiz; y así, disparo tras disparo y piezas, ya que la vuelta fue con gran número de ellas. Pero, ¡qué hermoso día pasamos entre viñedos y olivares, buen trago y emoción tras emoción!.
La afición de los buenos cazadores quedó en esas tierras navarras, que sin sosiego para comer, no descansaron hasta después de 11 horas de continuo localizar a las muy corridas y castigadas perdices; y sobre las 5 de la tarde, llegamos al pueblo de San Martin de Unx; y aquí, parada y fonda. Por cierto, esta fue la de la señora Teófila, respetable y acogedora Sra., a quien, por medio de estas líneas, hacemos llegar nuestros. saludos por su atenta laboriosidad hacia nosotros.
Después dé aliviarnos el sudor, comimos, comentando nuestras incidencias; y. con algunas tomaduras de pelo por los “cales”. Acto seguido, emprendimos el regreso.
Y recordando, llega a mi mente el detalle de nuestro buen amigo Castro, verdadero cazador, así como su bien, preparada vestimenta, con el, sombrero dé terrateniente, polainas y su cornetín, que buen servicio nos hizo, para nuestro control a distancia.
También en la cuadrilla había algunos más o menos despistados; como correr al coche y dejarse todo el equipo. A estos no citaremos por no ser conveniente. Al buen amigo de todos el señor Leñena se le dejó en tierra por no hallarse en el momento de la salida; pero ya, en viaje advertimos que faltaba, y antes de volvernos en su busca, llegó en uno de los coches de otros buenos cazadores de Cegama, los cuales, sin titubeos, pusiéronse a su disposición; por lo que aprovechamos la ocasión para saludar a los amigos de Cegama.
Concluyó nuestro viaje con una sabrosísima cena, y pidiendo que el próximo año les podamos dedicar, por medio de esta veterana revista de nuestro querido choko, detalles de nuestro próximo viaje a realizar.»
Otro grupo de socios, tan numeroso y entusiasta como el anterior, realizaron su excursión cinegética a Belate, con el deliberado propósito de dejar todos aquellos parajes desiertos de palomas.
Como el hombre propone y Dios dispone, ocurrió algo parecido a lo de la salida anterior: que la cosa no fue para tanto. Que en Ujué sigue habiendo perdices y en Belate palomas… Aunque el resultado de la cacería, eso sí, fue muy halagí¼eño.
Finalmente, un tercer grupo de cazadores pasaitarras se atrevió a ir “a jabalíes”, ahí cerca. a la sierra de Cameros, que; cómo los lectores no ignoran, se encuentra en la Rioja logroñesa.
Que…. ¿cómo les fue la cosa? Parece que muy bien, y que cobraron varias piezas, no nos han querido decir –seguramente por modestia– cuántas.
Uno de los excursionistas a la sierra de Cameros nos dijo el otro día –a lo mejor nos quiso gastar una broma; pero nosotros lo consignamos, por si acaso– que este año piensan ir al Africa Oriental a la caza de leones y tigres. Las señoras les han pedido unas pieles para el invierno; y parece que es por eso…