Los Tres Pasajes, nº 5, 1947

Nunca será excesiva la ayuda oficial que pueda prestársela
Los entusiasmos y desvelos de su director D. Félix Beteta
LOS TRES PASAJES lanza la idea de que le sea regalado un estandarte
por suscripción popular

Pasajes debe estar satisfecho de su banda, cuyos años de las vacas flacas –artí­sticamente hablando– han pasado ya. Ya no es un conglomerado de individuos en que, por afición, cada uno tocaba en el instrumento de su predi­lección lo que querí­a, cuando querí­a y como querí­a y podí­a…
Hoy, merced a la incansable y metódica labor de su director, D. Félix Beteta, ha remontado el perí­odo que pudiéramos llamar heróico o de difí­cil organización, con­virtiéndose en un conjunto, si bien modesto, ajustado y completo dentro de los medios eco­nómicos que dispone.

Tal como se en­cuentra actualmen­te nuestra banda pudiera rivalizar, con dignidad y aun con éxito, con cual­quier agrupación similar. Lo cual no quiere decir que no pudiera mejorarse. Todo es suscepti­ble, entre los humanos, de perfeccionamiento­ y no habí­a de ser de otra condición la banda de música de Pasajes.
Si bien su repertorio de verdadera música es más extenso y seleccionado que el de la mayorí­a de las bandas de la región, se ve obligada a “vender” su arte a quienes les interese su cooperación. De esta manera, y gracias a los “fox”, tangos, “swings” y “bugu-buguis” que ejecuta­ en la plaza pública, puede subsistir con un presupuesto insuficiente, la banda que dirige el señor Beteta.

No nos cansaremos de repetirlo, convencidos de que nuestra insistencia hacemos un bien al pueblo de Pasajes: la banda de la villa precisa de la máxima ayuda oficial para el cumplimiento de su alta finalidad, cual es la de educar la sensibilidad artí­stica y el oí­do del público, acostumbrando a éste al trato con los grandes maestros y familiarizándolo con obras clásicas de todos los tiempos y de las más diversas nacionalidades.
Nuestra banda, integrada hoy de 37 músicos, algunos verdaderamente especializados, actúa en verdad con 35, ya que los dos restantes se encuentran sirviendo a la Patria en la Marina. Este número de elementos puede y debe aumentarse con otra media docena como mí­nimum, a fin de que puedan ser interpretadas en toda su completa variedad de efectos y matices algunas composiciones que hoy no pueden ser saboreadas en toda su plenitud por hallarse la banda incompleta.

Tal es la ilusión profesional del señor Beteta, que sabe, incluso, dónde se encuentran esos elementos que le hacen falta, para cuya captación ha propuesto no pocas veces la fórmula adecuada.
Sabe D. Félix Beteta que algunos buenos profesionales de la ya hace tiempo disuelta banda municipal de San Sebastián se incorporarí­an a nuestra banda local con que sólo se les procurara una pequeña aunque segura ocupación en la villa.
Serí­a –repetimos– un magní­fico refuerzo cuyo bené­fico resultado pronto se dejarí­a notar.
Si lo lograra, el señor Beteta habrí­a llegado a colmar sus aspiraciones e ilusiones, como un premio a los largos años de trabajoso desvelo en pro de la banda del pueblo de Pasajes, en la que ejerce no sólo una muy meritoria labor de dirección, sino que ahorrando gastos que, de momento, no podrí­an sufragarse –desempeña el cuádruple profesorado de Solfeo, Percusión, Madera y Metal–.

La banda, cuya más reciente fotografí­a –obtenida por Ricardo Valverde el domingo 22 de junio– publicamos, estrenó uniforme el pasado dí­a del Corpus, luciéndolo por prirnera vez en la clásica procesión de la solemne festi­vidad. Un paso más hacia delante, sin duda. Años hací­a, que nuestra banda, cuando la habí­a, estaba inuniformada.­ Vaya, a cuenta de esta innovación agradabilí­sima, la más efusiva felicitación de Los TRES PASAJES para el señor Beteta y sus huestes y para el pueblo de Pasajes en la persona del alcalde, D. Carlos Yarza.

Terminaremos estas lí­neas haciéndonos eco de una acertada sugerencia que se nos ha hecho por varios entu­siastas de la banda. y que, desde luego, no tenemos inconveniente –sino muy al contrario– en hacerla nuestra.
Dicen nuestros comunicantes que la banda necesita un estandarte. Ello es verdad. Nuestra banda lo tuvo desde sus primeros tiempos; el lector puede, precisamente, con­templar en la página siguiente una vieja fotografí­a de la banda en la que se ve a Paulino Garcí­a sostener, con apostura y orgullo indudables, el emblema de la agru­pación.
Nosotros proponemos que el estandarte que la banda necesita. sea costeado por suscripción popular –¿qué mejor prueba de simpatí­a y adhesión?– y que lo borden, las lindas y expertas manos de varias señoritas de Pasajes.
¿Cuajará la iniciativa? Así­ lo deseamos y así­ debe ser. Y cuéntese con LOS TRES PASAJES, para lo que haga falta.