Los Tres Pasajes, nº 2, 1944

Una necesidad de la Villa

La afición pasaitarra suspira hace ya mucho tiempo por un nuevo frontón. El actual es insuficiente para las necesidades del pueblo. Porque éste ha crecido, hasta convertirse en una aglomeración urbana de varios miles de almas, y porque, paralelamente al desarrollo de la villa se ha incrementado también la afición al deporte de la pelota.
El frontón de Pasajes es pequeño, y en su pared late­ral existen unas ventanas recubiertas de una tela metá­lica que, no sólo desví­a la trayectoria de muchas pelotas, sino que las pincha y estropea.

La tela metálica resguarda y garantiza la seguridad de las habitaciones a que dichas ventanas corresponden y la de los vecinos que las ocupan. Y ello no puede ser de otra manera, porque los derechos de tales vecinos son respetabilí­simos. Pero también hay que reconocer que la presencia de aquellas telas metálicas dificulta y entorpece el libre y normal desarrollo de un partido de pelota.
Y que en el frontón de nuestra villa se celebran, con mucha frecuencia, encuentros pelotí­sticos de desafí­o y de verdadero empeño, entre muy notables aficionados, que suelen congregar en la placita adyacente a la cancha a una verdadera multitud de aficionados, ávidos de no perder ni el más pequeño detalle del curso de los tales partidos.

¿No es posible complacer a la afición pasaitarra y cons­truir otro frontón de mayor capacidad y amplitud y de mejores condiciones que el actual?
¿Costarí­a tanto al Ayuntamiento satisfacer este ya an­tiguo y cada vez mas desarrollado anhelo popular?
No se nos responda con el estribillo de que no hay en Pasajes solares apropiados.

Cerca, y bien cerca del actual podí­a hacerse el nuevo y utilizando una buena parte del material que aquél tiene. Junto al lateral izquierdo de la iglesia y dejando un callejón para el tránsito urbano, podí­a instalarse la pared frontal de la nueva cancha, cuya pared izquierda pudie­ra ser, con la lí­nea de las edificaciones existentes en aquel lugar, el otro lado de un nuevo callejón, que formarí­a con el anterior un ángulo recto. De este modo, el fron­tón que reemplazase al actual, perpendicular a éste, ten­drí­a un ancho y un largo de mayores dimensiones que el presente, y su emplazamiento favorecerí­a, también, de una manera muy considerable, la visibilidad de todas las jugadas para los cientos de expectantes curiosos que suelen congregarse para presenciar los encuentros de importancia.

Aficionados de Pasajes se nos han acercado para que en nuestras páginas rompamos una lanza en favor del nuevo frontón, cuya necesidad es cada dí­a más apremiante.
Rota queda la lanza, y con el mayor agrado. LOS TRES PASAJES se debe a sus lectores y a los intereses populares de la villa.
Bien quisiéramos que el alcalde, don Jesús Garmendia, que tanto se preocupa por los problemas del pueblo cuya administración le está encomendada, diese por recibida oficialmente la presente demanda popular, y tratase por todos los medios de cumplimentarla. Pasajes entero se lo agradecerí­a cordialmente, y nosotros también.