Los Tres Pasajes, nº 11, 1953

Ví­ctima de penosa enfermedad, sobrellevada con auténtica conformidad cristiana, falleció en ésta el 31 de Octubre de 1952, el Iltmo. Sr. D. José Yarza Elola, Decano del Ilustre Colegio de Procuradores de San Sebastián, ex-alcalde de la villa, querido amigo y convecino nuestro y padre del también ex-alcalde y Procurador, D. Carlos Yarza Zala.
Con la muerte del Sr. Yarza Elola, desaparece una de las figuras señeras de la historia contemporánea de nuestra villa.
Llegado, desde Lasarte, a los 4 años, toda su vida se desarrolló aquí­, hasta que le sorprendió la muerte.
Pocas vidas han desplegado una actividad tan dinámica. Y esta actividad tuvo uno de sus más brillantes exponentes en su paso por la vida municipal de la localidad.
Desde 1916 –contarí­a el Sr. Yarza Elola 33 años– hasta 1931, desempeñó cargos municipales, habiendo ostentado la alcaldí­a de la villa, durante cerca de 13 años.
¿Quién no recuerda su enorme labor desde el sillón alcaldí­cio?
Particularmente el distrito de Ancho, cuyo saneamiento, empresa erizada de dificultades, fue llevado a la práctica después de titánicos esfuerzos, coronados por una espléndida realidad.
Hace años, no muchos, Ancho, –se trataba de terreno ganado al mar– era una marisma peligrosa. Esta marisma desapareció, dejando paso a este espléndido distrito, modelo en su género, que llama la atención por el trazado de sus calles y la amplitud de sus calzadas.
Tenemos a la vista un plano de Ancho de 1899, en el que aparece –donde se encuentran en la actualidad la Alameda y el Mercado– la llamada «charca», que era, simplemente, un enorme colector que recibí­a pomposamente el nombre de «Depósito de aguas», ya que todas las aguas negras, fecales y pluviales, vení­an a converger en el mismo. En el estí­o, debido a los grandes calores, se corrompí­a el agua allí­ depositada y una verdadera nube de mosquitos hací­a insoportable la vida en los alrededores de dicha charca. Esta, como decimos, ocupaba lo que es la Alameda y el Mercado y su plaza, y tení­a la desembocadura en el rí­o Molinao; y si a esto añadimos que el resto del distrito, hasta la Factorí­a de Luzuriaga, era completa marisma, con caminos de piedra suelta para cruzarla, nos dará una idea de lo que era Ancho, todaví­a no hace 35 años.

Pero la obra a realizar no arredró a los que habí­an decidido llevarla a cabo; paulatinamente fue desapareciendo todo, y la «charca» se convirtió en nuestra incomparable Alameda y el señorial Mercado, cuya bendición tuvo lugar el año 1928, con asistencia del Obispo de la Diócesis y del Gobernador de la Provincia. El resto de la marisma fue saneándose igualmente, construyéndose el campo de futbol del «Pasayako» –edad de oro del balompié pasaitarra– cuyo solar fue ocupado posteriormente por «Victorio Luzuriaga, S. A.», convirtiéndose el distrito en un barrio moderno, orgullo de los pasaitarras. Para llevar a cabo tan titánico esfuerzo, hubo de tropezarse con grandes obstáculos, exteriores e «interiores», que fueron vencidos por la tenacidad y entusiasmo del Sr. Yarza Elola, que, comprendiendo la verdadera necesidad que tení­a el distrito de salir de la situación en que se encontraba, no vaciló en emprender la agotadora lucha que tan feliz resultado cosechó. La labor del Sr. Yarza Elola, se extendió a la urbanización de los terrenos saneados y así­, tenemos que lo que eran caminos de piedras –un metro de anchura– se convirtieron en calles que son espléndidas ví­as de comunicación, y el distrito, que era una marisma, en un núcleo de población moderno con un porvenir brillante.

La labor realizada por dicho Sr. fue mucho más extensa, y la enumeración de las mejoras y obras realizadas nos llevarí­a muchí­simo espacio que lamentamos no disponer.
Hemos hablado del distrito de Ancho, en primer lugar, porque en el mismo residí­a el Sr.,Yarza Elola; pero, también, su formidable trabajo se extendió a San Pedro y San Juan. Para no hacer muy larga esta, crónica, resaltaremos los hechos más fundamentales realizados mientras ocupó la Alcaldí­a de la villa. En San Pedro merece destacar la construcción del grupo escolar del «casco», además del saneamiento y urbanización de la hoy populosa barriada de Trincherpe, con el trazado de sus calles. En cuanto al distrito de San Juan, destaca la construcción del nuevo cementerio en terrenos del Jaizquibel, en sustitución del viejo. La tramitación del proyecto fue una de las cuestiones más interesantes que contarse pueden, pero sólo podemos decir que en plazo relativamente breve pudo solucionarse un problema importantí­simo para el distrito sanjuandarra, que aparecí­a cuajado de dificultades.

Durante el mandato del Sr. Yarza Elola se llevó a cabo la reversión al Estado del puerto de Pasajes, que tuvo lugar hace 26 años. Al celebrar la junta de Obras las bodas de plata en conmemoración del hecho indicado, se dio la circunstancia curiosa y simpática de que en el acto coincidieron dos alcaldes: el que desempeñaba dicho cargo en la época de la reversión y el titular en el momento de la celebración del acto, resultando ambos ser padre e hijo: D. José Yarza Elola y D. Carlos Yarza Zala, alcalde-presidente de la villa, hasta hace poco.

Muchí­simo más podrí­amos escribir sobre la extensí­sima y variada labor del Sr. Yarza Elola; pero nos hemos limitado a consignar lo más destacado. Digno continuador de la labor realizada y transcrita, fue D. Carlos Yarza Zala, hijo de D. José; tanto, que podemos decir que la labor de la familia Yarza se recordará en la historia de Pasajes. El apellido Yarza siempre se ha encontrado vinculado a la villa de Pasajes, existiendo en la Casa Consistorial la hidalguí­a de la Casa Yarza, que data de hace varios siglos,
Con verdadera satisfacción pergeñamos estas lí­neas que recogen un resumen del enorme trabajo llevado a cabo por D. José Yarza Elola, cuyo trato afable y cariñoso, a la par que enérgico, le granjearon el respeto y la simpatí­a del vecindario de Pasajes, que cariñosamente le llamaba «D. José»
Su recuerdo quedará imperecedero en los anales de la villa. Estas modestas lí­neas sirvan de bienintencionado homenaje a su memoria.
Hace años se retiró de la vida pública, dedicándose por entero a su profesión de Procurador ganando un merecido prestigio, de cuyo despacho es continuador el Ldo. D. Carlos Yarza Zala, Procurador igualmente.
Descanse en paz el Sr. Yarza Elola; y sus deudos, especialmente su hijo D. Carlos Yarza Zala, ex-alcalde de la villa y querido amigo, reciban la expresión de la más sentida condolencia de cuantos confeccionamos Los Tres Pasajes.