Los Tres Pasajes, nº 18, 1960

Inmediatas las fiestas de la Navidad –fechas de confraternidad universal y humana– preciso era que Pasajes se acordase de sus pobres.
Con tal motivo, y exactamente a lo actuado en años anteriores, Auxilio Social de nuestra Villa procedió a la distribución de sus clásicas cestas.
Contení­an éstas raciones familiares –para una familia normal de matrimonio y dos o tres hijos– de cordero, bacalao, conservas, turrón, vino, aceite, legumbre, macarrones, chocolate y arroz.
Las favorecidas con este obsequio navideño fueron unas treinta familias, seleccionadas entre las más necesitadas de los tres distritos.

En el acto, que se celebró a las ocho de la noche del 23 de Diciembre último, estuvieron presentes, presidiéndolo, el delegado provincial de Auxilio Social, don José Ramón Acosta, y el alcalde de Pasajes, don Andrés Aramendi Sodupe, con el secretario municipal, señor Garcí­a Lesaga; algunos concejales, autoridades y jerarquí­as locales civiles y eclesiásticas y numerosos invitados, entre los que se encontraba, representando a LOS TRES PASAJES, don Luis Ureña.

El acto tuvo lugar en el remozado local de Falange Española Tradicionalista y de las Jons –Avenida de Navarra, 16 – 1º– donde, previamente al reparto de las cestas, se procedió a la entronización del Sagrado Corazón de Jesús.
Los alrededores de la Delegación del Partido, pese a que el tiempo no convidaba mucho a ello –puesto que estaba lluvioso y fresco– aparecí­an muy concurridos y animados.

En la ceremonia de la entronización ofició el virtuoso párroco de Ancho, don Pedro Jimeno Bacaicoa.
Terminado este acto, procedióse al desfile de los favorecidos con las cestas navideñas, que fueron recibiéndolas, sucesivamente, de las autoridades e invitados, quienes, al entregarlas, dirigí­an a los beneficiarios oportunas palabras de afecto junto con la clásica felicitación pascual.

La bella y distinguida señorita Altamira Puente, alma en Pasajes de Auxilio Social y organizadora y directora del reparto de las cestas, realzó el acto con su presencia e hizo gentilmente los honores del gratí­simo acto a todos los invitados. Concluido el reparto, fue servido a los concurrentes, en la Secretarí­a de la Delegación, un espléndido vino español.

Es de justicia reconocer la meritoria labor que al frente de la Obra benemérita y en favor de los necesitados de Pasajes, como madre y valedora de todos ellos, viene realizando desde hace varios años la activa delegada de aquélla. Sabemos por muy buen conducto que, como reconocimiento a sus desvelos y actuación ejemplar, existe el propósito de rendir, en fecha próxima, un merecidí­simo homenaje a la señorita Puente, acto al que, desde este mismo instante, tenemos el honor y gusto mayores en sumarnos y adherirnos.