Pasajes nº 6, 1932

Es proverbial el buen humor que distingue a los pasaitarras, y buena prueba de ello es que existen en esta villa Sociedades, o mejor dicho peñas de amigos que sólo piensan, en sus ratos de ocio, pasar el tiempo lo mejor posible y sí­ es preciso, celebrar festejos que sirvan de regocijo popular.
Una prueba de ello es la presente fotografí­a, que demuestra hasta la saciedad la veracidad de cuanto arriba decimos.
Con motivo de nuestras fiestas, el Ayuntamiento organizó unas corridas de embolados y la popular Sociedad Kabi-Chiki tuvo la humorada de celebrar una corrida bufa a base de su fanfare.
El popular «Gashtelu», vestido no sabemos de qué estilo, caballero en un manso borrico, fue el que corrió la llave del portón de los sustos –que en este caso eso de sustos no se lo llevaron ellos, si no el infeliz novillo que podí­a creer que teniendo unos cuernos grandes que seguramente les hubiera infundido respeto a los profesionales – que, con sus compañeros componentes del “Desastre”, hicieron al bicho verdaderas diabluras que fueron las delicias del público.
Tocaron, bailaron e hicieron tal cantidad de cosas, que el novillo no se cansaba de verlas, y a pesar de que el Director, el valiente y arrojado «Llhallhu» hizo todo lo posible por que el numeroso público que presenciaba el espectáculo, no tomara la cosa a chota y se creyera que era un toro de broma, intentó (no sé cuantas veces) matarlo, y el toro, más tozudo que ellos, no querí­a morirse.
Fue tal el éxito que tuvo en su presentación, que esperamos su repetición.

Rosac(…)